domingo, 20 de diciembre de 2009

SINASTRÍA


Toda creación en el Universo es el resultado de la colaboración de dos polos opuestos pero complementarios, el positivo y el negativo, y en lo que respecta a la humanidad no puede ser diferente. Lo mismo que el Sol a su vez es causa de sombra o la formación de un nuevo ser está basada en la unión de dos células diferentes pero complementarias, así mismo existen dos sexos diferentes pero complementarios e imprescindibles para la supervivencia de la especie.
El ser humano nace, se desarrolla y muere, pero dentro de ese desarrollo hay dos hechos muy importantes: 1º. La evolución moral, mental y espiritual y 2º. La procreación de nuevos seres que sirve para que otros espíritus puedan renacer para continuar su camino hacia la perfección.
Además de que todos traemos ciertas virtudes desarrolladas y otras por desarrollar, todos necesitamos la experiencia de los hechos y de las circunstancias y las relaciones personales para poder continuar desarrollando las virtudes del espíritu estando en el cuerpo físico. De aquí que la filosofía oculta diga que, normalmente, se renace en cuerpos de diferente sexo en cada renacimiento. De lo que se trata es de “experimentar” y “relacionarnos” en cuerpos masculinos y femeninos alternativamente para que las experiencias y el aprendizaje interno sea diferente y mayor.
Hay horóscopos que muestran claramente las características del compañero o compañera, muestran cómo va a ser la relación, si habrá problemas que puedan llevar al divorcio, o incluso cuando esta persona se puede quedar viudo o viuda. Esto significa que la persona que viene predestinada -según sus necesidades evolutivas y los hechos de otras vidas anteriores- a unirse a otra, necesita esa convivencia para:
1º. Su propio desarrollo
2º. Para enseñar a la pareja
3º. Para aprender de su pareja
4º. Para afrontar los retos y los problemas que crearon en común en vidas anteriores
5º. Para la creación y formación de nuevos seres; y algunos motivos más.
Pero para que todo lo anterior ocurra tienen que conocerse esas dos personas y ese “conocerse” no puede ser igual al de las demás amistades, tiene que haber algo diferente que haga que los dos se atraigan mutuamente y es aquí donde la astrología lo explica a través de lo que normalmente llamamos “Sinastria”. Lo mismo que el devoto busca y necesita a Dios sin saber cómo es, el hombre predestinado a unirse a una mujer busca y necesita de ella y, en su momento, lugar y circunstancias, la conocerá y surgirá algo que les atraiga. Así, una persona guapa y bien formada, rica, o con otros aspectos materiales que le podrían permitir “elegir” a la que podría ser su mujer ideal, resulta que se casa con otra totalmente diferente.
Hay personas que, después de tener varias relaciones nada fructíferas, se han enamorado de otra persona en un viaje o en cualquier otro sitio inesperado; otras se han enamorado de una persona minusválida cuando eso nunca se les había pasado por la cabeza; otros se han casado incluso con miembros de su propia familia, y como estos ejemplos se podrían decir muchos más a veces incomprensibles. Si hace muchos miles de años las parejas se unían más bien instintivamente y sin pensar en el servicio o la ayuda que se podrán prestar mutuamente, hoy nos unimos por dos razones principales: 1ª. Por necesidades de desarrollo que nos podemos dar el uno al otro y 2ª. Para afrontar las deudas y compromisos pendientes desde antes de renacer. Por consiguiente, la sinastria ayuda al astrólogo a ver qué lazos tienen en común o en contra dos personas y cuáles pueden ser los resultados de esa relación.
La sinastria no sólo analiza y explica la buena o mala relación entre dos personas de diferente sexo sino que, como es lógico, también la podemos aplicar a la relación de amistad en general o incluso del mismo sexo. Esto está basado en los diferentes aspectos que forma las vibraciones planetarias y que afectan a las posiciones astrológicas de nuestro horóscopo -según el lugar, fecha y hora de nacimiento- y que, según sea éste, se sentirá inclinado a buscar una persona complementaria en su vida íntima. Y son estas influencias astrológicas reflejadas en nuestras auras las que hacen que esas personas se sientan atraídas o rechazadas desde el primer momento. Por tanto, si dos personas están predestinadas a conocerse y convivir juntas, el destino hará que se cumpla, pero como en todo momento somos libres de actuar y, por lo tanto, de cambiar las cosas -excepto las deudas maduras- una pareja puede llegar a discutir y a no entenderse durante toda su vida o bien a dialogar y a solucionar los problemas de mutuo acuerdo.
La sinastria está fundamentada en la comparación de posiciones y Aspectos astrológicos de los horóscopos de dos personas. La coincidencia de Aspectos entre los dos horóscopos llevará a las personas a conocerse y a atraerse mutuamente, por tanto, una vez unidos traerán crecimiento personal. Los malos Aspectos aportarán las pruebas y problemas que los dos tienen pendientes y otros necesarios para una perfecta relación y superación de defectos que afectarían al futuro. En sentido general, podemos decir que en cada vida atraemos a quien necesitamos y nos vemos atraídos por quien nos necesita, para bien o para mal. Los Aspectos muestran el motivo de la relación, pero cuando hay muchos y se repiten, significa que hay más atracción y más necesidad de compenetración.

Francisco Nieto

No hay comentarios: