domingo, 20 de diciembre de 2009

INTRODUCCIÓN A LA INTERPRETACIÓN ASTROLÓGICA


La astrología no es un método adivinatorio ni nada parecido, es una ciencia sagrada basada en el estudio de la parte oculta y espiritual de lo que físicamente entendemos como los “astros”.
La humanidad está evolucionando en el planeta Tierra desde hace millones de años y esto ha sido y es gracias a tres principales factores:

1º.- La Ley de Renacimiento, sin la cual la astrología no tendría sentido de ser
2º.- La Ley de Causa y Efecto, que también se refleja en nuestro horóscopo y destino
3º.- Las Jerarquías o Seres que desde los planetas y estrellas ayudan y colaboran en el desarrollo de la humanidad y del planeta Tierra y hacen que se cumplan las Leyes Divinas en el destino de cada ser humano para una más rápida evolución.

Como ciencia espiritual, la astrología no se debería utilizar nunca para beneficio propio ni egoístamente sino todo lo contrario, es decir, para ayudar a los demás. Tampoco se necesita ser especial ni tener dones especiales para aprender a interpretar un horóscopo, quien así lo afirme miente. Por consiguiente, lo ideal sería que todos nos beneficiáramos de ella en sentido espiritual, altruista y fraternal.
Cualquier persona puede prevenir hechos de su destino que, de no hacerlo, pueden hacer mucho mal; cualquier padre puede ayudar mucho a sus hijos estudiando cuál es su naturaleza y carácter y aconsejándoles según las necesidades de su horóscopo; cualquier médico puede ayudar mejor a sus pacientes a través de la astrología; cualquier persona puede cambiar su destino gracias a este conocimiento porque sabrá cuales son sus cualidades y sus defectos; cualquier persona podrá poner medios para que no se manifiesten o se retrase al máximo una posible enfermedad de su destino; cualquier persona sabrá elegir mejor su trabajo, pareja, amigos, etc. después de interpretar su horóscopo; y así sucesivamente.
La base para hacer el horóscopo es la fecha, hora y lugar de nacimiento y cuanto más exactos sean estos datos más certeras serán las predicciones, por el contrario, cuantos más minutos haya de diferencia entre la hora exacta del nacimiento y lo que la persona crea que es, más hechos erróneos podrán verse en el horóscopo.
El horóscopo muestra las tendencias, las posibilidades; las deudas “maduras” del pasado que debemos hacer frente para saldar esas cuentas y para aprender una serie de lecciones que necesitamos; y las recompensas que de diferentes formas nos vendrán. Por tanto y como dijo Cristo, “recogemos lo que sembramos”, el horóscopo refleja las líneas generales de nuestro destino, pero esas líneas generales son el efecto de lo que hicimos en anteriores vidas. Aún así, siempre somos libres de actuar en bien o en mal pero lo mismo que hacemos el mal voluntariamente y sin escuchar el espíritu, así el espíritu se compromete a hacer frente a su destino sea cual sea porque sabe que es el efecto del pasado y que, como resultado, aprenderá grandes lecciones. De esta forma podemos ver -y debemos comprender- que es un error huir del destino como lo es también si un niño abandona el colegio para siempre o una persona prefiere mendigar antes que aprender una profesión y trabajar; cada uno debe hacer frente a sus hechos y responsabilidades.
El ser humano ha evolucionado desde sus primeros tiempos cuando se guiaba por su instinto animal, pasando por la obtención de la mente para poder razonar y utilizar su cerebro para crear e inventar, hasta que en un futuro pueda investigar la Verdad, lo oculto y lo espiritual de la vida. Para ello hemos venido muchos días o “clase” -reencarnaciones- y hemos sido felices tanto como infelices -como resultado de las obras de vidas pasadas- pero la meta -la perfección- está aún muy lejos y nos quedan aún otros muchos días de clase donde desarrollaremos la mente y los poderes ocultos del Espíritu. Para ello debemos colaborar más en cada vida con el Espíritu para hacer el bien y no el mal; para que los vicios y pasiones no nos dominen; para procurar ver sólo el bien y no fijarnos ni practicar el mal; para olvidarnos de nosotros y pensar más en los demás; para respetar a los animales y todo lo que nos rodea; para , al fin y al cabo, hacer lo que nos dicta la conciencia y lo que Dios desea.
El horóscopo nos muestra nuestro grado de materialismo o espiritualidad, o lo que es lo mismo, nuestras virtudes y defectos, por consiguiente nuestro deber es el de esforzarnos para superar los defectos y el de desarrollar nuevas virtudes. De esta forma estaremos creando un mejor y más feliz destino futuro y así no tendremos motivos para quejarnos. Si, por el contrario, haces el mal, no culpes a nadie de lo que te pase en una futura vida porque el único causante eres tú.

Francisco Nieto

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