domingo, 20 de diciembre de 2009

SIGNOS ASTROLÓGICOS: LEO


LEO, signo Fijo y de Fuego
Planeta regente: Sol
Del 23 de julio al 24 de agosto

REPRESENTA: “YO SOY CREATIVO Y AMO” por el intenso amor a sus creaciones y a sus hijos.

SIMBOLIZA: La energía vital y el magnetismo personal; las virtudes que causan carisma; la voluntad, la fama y el honor; la ambición y el éxito; la autoridad y el mando; la elevación social; los niños; las diversiones y todo aquello que lo represente; los amores; especulaciones financieras y la suerte; los espectáculos; la creatividad como medio de ascender en la vida; el amor propio y el dominio de sí mismo.

NOTAS CLAVES POSITIVAS: Afectuoso, sincero, sentimental, noble, leal, emprendedor, optimista, generoso, de confianza, confianza propia, ambicioso, habilidad para dirigir y organizar, voluntad.

NOTAS CLAVES NEGATIVAS: Vanidad, arrogancia, intolerancia, dominio de otros, orgullo, tiranía, complejo de superioridad, exigencia, cólera, egocentrismo, despotismo, búsqueda de protagonismo, ostentación, autoritarismo.

Como signo de Fuego que es Leo, el nativo es una persona voluntariosa y emprendedora, suele ser algo así como el centro desde donde salen las ideas, propuestas y directrices que harán que el negocio o asunto funcione bien o llegue a su fin. Los Leo suelen ser responsables en sus actitudes, emprendedores y constantes en el trabajo donde les encanta dirigir y mandar o, al menos, dejar su firma de alguna manera. Leo está más cualificado para mandar que para obedecer, de hecho, suele buscar la elevación y la admiración a la vez que intenta controlar en los lugares donde asiduamente se encuentra. A veces incluso se mete en la vida privada de otros, intenta mandar, ‑con cualquier pretexto ‑ a personas sobre las cuales no tiene autoridad o hace tal obra teatral que termina siendo el protagonista.
Suele tener amplios conceptos, ideas geniales y un buen sentido de lo estético y lo artístico, pero ocurre que, a veces, sus ideales son tan elevados o utópicos que no se pueden realizar. Tiene gran capacidad de trabajo, determinación y confianza propia, lo que le favorece para tener su propia empresa o parar conseguir cargos importantes y de responsabilidad que, a su vez, repercutirán muy positivamente en su vida. Puede tener más éxitos que fracasos en sus empresas y, por tanto, notables ingresos económicos, pero también es posible que gaste demasiado o que tenga pérdidas en juegos o especulaciones. En general tendrá pocos cambios de situación en la vida y los que haya serán más bien en sentido de progreso.
Cuando el nativo ha trabajado poco la naturaleza de Leo, suele tener un carácter engreído y fuerte. Puede tener ataques de cólera llegando incluso a humillar a otros porque su arrogancia y orgullo son más fuertes en esos momentos que la razón. Leo prefiere humillar con su desprecio y, sin embargo, su orgullo no le permite aprovecharse de la debilidad de otro. Tiene cierta necesidad de brillar y esto hace que a veces se extralimite en sus actuaciones espectaculares. Le gusta ayudar a los demás, pero también le gusta que se lo agradezcan y que hablen bien de él. La parte positiva de todo esto es que, cuando se enfada, tarda poco en olvidarse de ello y perdona a quien le haya ofendido.
Leo no se parece en nada a Cáncer, no es introvertido, ni tiene temores a nada y lucha con uñas y dientes hasta conseguir sus objetivos. Los Leo se creen con derecho a dominar a las personas que tienen a su alrededor y a organizar y dirigir lo que esté a su alcance. Es cierto que tienen un gran corazón y que aparentemente no es así, pero no hay que hacer nada más que decírselo en la cara cuando es así para comprobar que les molesta mucho. Cuando a un Leo se le limita o prohíbe, se le quita algo que no le corresponde aunque él se crea dueño, o se le falta el respeto que ellos creen que se les debe tener, –que es mucho‑ se muestran fieras, arrogantes y humillantes.
Podríamos decir que Leo tiene dos caras. Por un lado es simpático, afectuoso y generoso, y por otro, siempre está expectante ante cualquiera que intente invadir su reino o intentando demostrar sutil o teatralmente que él es el más... Como muy inteligente y razonador que es, utilizará su discernimiento y su astucia para conseguir lo que desee lo que, por lo general, consigue gracias a sus excelentes cualidades para dirigir y organizar. Él planea cómo tiene que ir todo, y da las órdenes oportunas y correctas, pero para que otros pongan manos a la obra siempre que él pueda evitar hacerlo.
Como ocurre en sus negocios, suele ocurrir que sea el nativo de Leo quien figure en la dirección y organización de los asuntos familiares, mientras todo discurra como él desea no habrá problemas y, por lo común, no defraudará. Leo es posesivo y autoritario, por tanto, la mujer que se case con un Leo hombre debe saber que intentará tenerla bajo su control. Como estos nativos intentan casarse con una persona atractiva, es probable que cuando concurran una serie de circunstancias que hagan sospechar que puede haber una aventura por parte de ella, se ponga celoso y pida muchas explicaciones; es más, si lo confirma, puede ponerse violento y perder la cabeza. Claro que, si él está equivocado y ella le planta cara y le pone las cosas claras, es muy posible que él le vuelva a demostrar todo su amor y admiración sin ningún problema. Otro caso es cuando Leo se case con una persona de menos carácter y rango social que él, en esos casos, la pareja tendrá dificultad para equilibrar su papel en el hogar. No nos olvidemos que a Leo le gusta controlar todo y aunque esté muy enamorado no cederá fácilmente su bastón de mando.
Sus habilidades organizativas y de dirección le facilitan en muchos casos el ascenso laboral, no se puede decir que no se lo merezca o que lo haga mal, normalmente llega donde se merece, pero sí hay que decir que le encanta mandar y que, si puede, preferirá que otro haga el trabajo más sacrificado. Eso sí, pondrá su firma en todo lo que pueda para que su nombre figure en todos los sitios, si puede, incluso lo hará sobre el trabajo de otros por el simple hecho de haber corregido un párrafo. Tendrá ideas nuevas para que la empresa progrese al máximo, pero ‑en nativos no tan evolucionados ‑ si hubiera otro jefe de sección paralelo a él con ideas similares, no sólo se puede sentir atacado sino que si puede se apropiara de sus ideas y se las presentará al inmediato superior como si fueran suyas.
Es en cierto modo evidente, que con el paso de los años y con la madurez Leo se haga un poco más humilde pero, aun así, seguirá mostrando sus títulos y dejando sus consejos allá donde pueda. A un Leo le afecta mucho que le hieran su orgullo, que le afecten en su vanidad o que no le traten con el respeto y la valoración que cree que se merece, sin embargo, cuando pasan esas crisis, parece como si emergieran con más ímpetu y coraje que antes. Para animar a un Leo que no manifiesta todo su poder no es necesario nada más que elogiarle o darle algún papel donde pueda sentirse algo importante. Aunque, eso sí, con buenas herramientas y medios ya que ellos no se conforman con cualquier cosa. Lo cierto es que están capacitados para organizar y dirigir cualquier negocio siendo responsables y cumplidores de sus deberes pero, si hay ascensos, títulos y halagos por medio, mucho mejor.
Como signo de Fuego tiene cierto parecido con Aries, tiene confianza propia, mucha energía vital y una notable iniciativa que, gracias a su razonamiento, le suele traer éxitos y fortuna. Pero a diferencia de Aries, es más tranquilo, menos impulsivo y más prudente. Su optimismo y buena voluntad le lleva a rodearse de personas cuya colaboración será importante para alcanzar sus objetivos, los cuales suelen ser elevados dado que Leo rechaza las bajezas. Sin embargo, auque otras personas pueden depender de él, es difícil que sea al contrario puesto que Leo piensa que no necesita ayuda de nadie, es más, a veces muestra cierto rechazo por los que considera poco útiles y prácticos. Por ese motivo y dada su fortaleza interna y su determinación, sus colaboradores y familiares suelen sentirse protegidos. Claro que, este no es el caso de los Leo poco desarrollados, puesto que éstos son más falsos y, aunque sean también alegres y tranquilos, la verdad es que son irresponsables y buscan más bien la vida fácil valiéndose de las personas y de lo que puedan de forma interesada.
Leo vive demasiado centrado en sí mismo con tal de destacar, de llamar la atención o de que le valoren por encima de los demás y esto, como es natural, le obliga a hacer un papel irreal de su personalidad, es decir, un teatro que anula en parte su verdadero Yo. Evidentemente, muchas veces se ve obligado a responder de una manera no tan deseada y otras se ve en la obligación de ser exigente al pensar o hacer el papel de alguien con poder de mando. Claro que también es cierto que el Leo muy desarrollado pasa de todo eso, es bastante más humilde y demuestra sus virtudes a través de la buena voluntad, de su amor y de su creatividad muy bien valorada. Este nativo será un buscador de la Verdad y compartirá sus conocimientos y experiencias con las personas que le aprecian y, por supuesto, que no será dominante ni autoritario.
Hay nativos que ya han trabajado lo suficiente en otra vida como para manifestar un grado más elevado del común de los Leo, es decir, se acercan considerablemente al amor universal que representa el signo contrario de Acuario. Cuando un Leo está en ese nivel de desarrollo, no sólo es generoso con sus más elevados sentimientos sino que, además, está comprobando y valorando la Ley de Consecuencia a través de la admiración y simpatía de los demás hacia él. Entonces, el nativo comprende que es dando y centrándose en los demás como se experimenta la felicidad interna; esto, a su vez y como consecuencia, hará que la Ley Kármica le favorezca en un futuro a través del éxito social y laboral. No hay que olvidarse que todos estamos evolucionando gracias a la Ley de Causa y Efecto y a la de Renacimiento, y que Leo representa al verdadero individuo, el Ego, por tanto, a mayor desarrollo mayor manifestación del Yo y más entrega a la humanidad.
Como padre, Leo es cariñoso y juega y disfruta con sus hijos, el problema surge cuando, aun con buena intención, les obliga a hacer lo que él cree que es lo mejor para ellos. Cuando sus hijos le contradicen en sus ordenes y opiniones, su orgullo se siente herido y ellos defraudados por ello. Es importante que Leo medite su comportamiento respecto a los demás para no caer en su típica arrogancia y vanidad; debe intentar superarlo en esta vida. El mismo entusiasmo y optimismo que pone en sus asuntos y creaciones, debe poner para ser moral y espiritualmente constructivo, a la vez que supera sus debilidades y se pone a la altura de sus hermanos –el prójimo‑
Las personas de este signo suelen ser afectuosos, joviales, optimista y fieles por lo que, normalmente, son bien valorados por sus amigos los que, a su vez, suelen admitir sus propuestas. Les gusta hacer grandes planes y organizar las cosas de tal forma que acaban bien aunque no sean fáciles Pero también hay que decir que la mano de obra suelen dejarla para otros siempre que pueda y que si se complica mucho el asunto prefiere dejarlo para comenzar otro. Leo es una persona de confianza, generoso y que se entrega seriamente cuando desea algo y a quien él cree que lo merece pero, aunque suele dar con desinterés, en el fondo siempre busca algo de gloria, prestigio o fama. Su altruismo o generosidad a veces va acompañada de una actitud teatral para atraer la atención de los presentes o incluso de algún grado de ostentación.
De emociones fuertes y con gran sensualidad, se puede sentir atraído por el poder, el lujo, el juego y la especulación financiera. Los sentimientos de afecto son muy importantes para él, pues es amable, cariñoso y de buen corazón. Su naturaleza amorosa e intensa le hace ardiente pero también es sincero y, respecto a los que él considera sus amigos, será generoso y filántropo según le dicte su corazón. En el campo de la espiritualidad les gusta hacer el bien a quien lo necesita, tiene fe y suele responder y trabajar en algún ambiente o movimiento espiritual.
Uno de los mayores defectos de los nativos de Leo es que les gusta ir de “maestros” por la vida. Son egocéntricos, para ellos es muy importante nombrar su “yo” y demostrar cuánto valen, sin embargo, no se dan cuenta de sus defectos. Un típico Leo se fijará rápidamente en los defectos de otro y, aunque con buena voluntad y diplomacia, le razonará y explicará que debe corregirlo. Cuando alguien trata con un típico nativo de Leo le suele admirar o incluso se intenta elevar a su altura pero, como es obvio, tarde o temprano se verá en la necesidad de contradecirle o de ponerle límites y, entonces, Leo pasara de ser el pesado consejero a hablar con aires de superioridad y grandeza hasta humillar y hundir al que ha osado hacerle la oposición. Mientras se es su colaborador, se hace lo que él diga y se le escuche será un buen, fiel y sincero amigo, pero cuando alguien se le enfrenta, será mejor que esa persona sea otro Leo o que ataque su punto más débil, ¿qué cuál? la adulación. Leo es tan vanidoso que cuando le halagan y enaltecen sus cualidades se le pasa rápidamente cualquier enfado que tenga.
Leo está muy capacitado para afrontar y resolver los problemas, él no evita sus responsabilidades ni en su casa ni en su trabajo, es más, cuando es otro quien los tiene y ve que se rinde, le anima y aconseja sobre como resolverlos. Sin embargo, el nativo de Leo no le gusta pedir ayuda ni apoyarse en nadie cuando se ve afectado, si alguien intenta ayudarle verbal o materialmente es posible que rechace la ayuda muy diplomáticamente pero, si insisten, también es fácil que se moleste. Y cuando entra en juego el actor Leo, quejándose de que es él el que siempre tiene que hacer frente a todo, es mejor no hacerle caso porque a él le gusta y solo lo hace para atraer la atención de quienes le rodean. Leo es simpático y generoso, un verdadero amigo ‑aunque también un enemigo al que hay que respetar‑ que hace frente a su destino con nobleza y orgullo. Al contrario que Cáncer, no acumula dinero por el simple hecho de acumular, él procura tener lo necesario para vivir como a él le gusta, el resto puede ser útil para otras buenas causas.
A Leo le gusta aparentar y lucir allá donde pueda; le gustará que su pareja vaya bien vestida y arreglada para que sus amistades la admiren; le gustará pagar cuando salgan a divertirse con sus amigos; se sentirá orgulloso de decir que su pareja no trabaja porque él está lo suficientemente capacitado para ganar dinero y cubrir todos los gastos; le gustará ir a sitios caros y ser generoso; hablará de sus éxitos profesionales de sus mascotas y de su.... Pero a Leo no se le puede calificar de malvado. Le gusta exhibirse y que la gente de su alrededor le valore y le admire, tanto como persona como en sus negocios, pero en el fondo tiene un gran corazón.
Es cierto que un simple ejecutivo Leo tiene encanto, diplomacia y es afectivo pero también lo es que intenta ser más que los demás con la única intención de que le consideren el mejor. Tiene talento para crear y hacer crecer las empresas pero es autoritario y exigente con los que están bajo su mando; puede ser comprensivo y tolerante con sus subordinados pero lo será con quien él crea que lo merece porque le admire y respete. Aun así, no se cortará cuando tenga que corregir o señalar a alguien porque no hace las cosas como él quiere. Como respecto a cualquier otro Leo, también se le gana halagándole, pero hay que reconocer que es generoso y tiene su mérito.
Leo es creativo, inteligente y ambicioso respecto a sus elevados ideales. Cuando toma una determinación procura llegar hasta el final superando todos los obstáculos y desechando todo lo que sea innoble y poco honrado. Es directo, sincero y práctico en sus obras, pero lo mismo que se deja llevar por el deseo de hacer cosas importantes, también siente la necesidad de exhibirlas con gran orgullo y vanidad. Está claro que entre sus ideales está la nobleza y la elevación por cualquier medio a su alcance, pues su individualidad y su voluntad son poderosas y las sabe utilizar para conquistar y controlar. De aquí que él mismo se admire y sienta la necesidad de adquirir cierto prestigio o fama entre quienes le rodean, lo malo es que a veces actúa solo para que el público le aplauda. Por otro lado, no sólo intenta ser el centro de atención entre sus amigos, sino que también lo intenta entre el sexo opuesto con quien suele mostrarse apasionado y amoroso. Eso sí, se sacrificará sin límites por los suyos, puesto que cuando entrega su gran corazón lo hace de verdad. No en vano se considera también el signo del amor donde también se pueda incluir la fortaleza necesaria para el rápido progreso de su Espíritu.
El signo de Leo representa el amor y por tal motivo debería intentar ser un buen ejemplo de ello. Puesto que su naturaleza magnética atrae a determinadas personas que quizás busquen ser amados o, al menos, sentir cierto aprecio, el nativo de Leo tendrá la oportunidad de mostrar su amor sincero o su simpatía de corazón sin necesidad de interpretar ningún papel. Cuando los amigos de un Leo elevado no admiten ni comparten la lección de amor, el nativo debe ser humilde y llevarlo a cabo pero sin ser tan demostrativo. Cuando sus amigos son similares a él, deberá compartir con verdadera amistad y sinceridad toda su verdad y espiritualidad sin esperar que le adulen ni que le consideren un maestro ni nada parecido.
En las primeras etapas, Leo hace constar allá donde se encuentre, que él existe, que es una individualidad y que tiene una gran voluntad que suele utilizar para mandar y organizar en cualquier momento y lugar. Según progresa el nativo a través del renacimiento, va diluyendo su individualidad entre los demás hasta casi olvidarse de sí mismo pero, en su momento, surgirá de nuevo con esplendor ayudando con sus sentimientos y palabras a todo aquel que le pida ayuda. Entonces Leo disfrutará de la verdadera felicidad, del amor, de sus obras y creaciones –los hijos entre otros– y de todo lo que le rodea aunque apenas tenga importancia.
Suele tener un carácter fuerte, es confiado en sí mismo, ambicioso y está muy seguro de que puede conquistar lo que se proponga. Sus ideales de grandeza y su orgullo le hacen pensar que es muy importante o que tiene cualidades que la mayoría de las personas no las tienen. Este es uno de los motivos por los que el nativo de Leo necesita movilizar sus energías creativas para trabajar sus ideales elevados y, a la vez, obtener cierto prestigio, pues él, al fin y al cabo, necesita exhibirse o aparentar para que otros le admiren.
El amor elevado de Leo es universal, por eso el nativo debe mostrar sus elevados sentimientos a través de la personalidad, sin embargo, estos sentimientos inducen a que el nativo sea vanidoso cuando se enamora de alguien que, a su vez y aun así, suele quererle. Sabiendo que dos personas que se unen lo hacen porque así está predestinado en ellos, Leo debe comportarse de manera sencilla, comprensiva y tolerante, y no a modo de diversión o instrumento para manejar a su antojo. Además, esas actitudes impiden la natural expresión de este signo que no es otra que enaltecer y manifestar amor a modo de valorar su progreso espiritual.
Muchas veces actúa de forma exhibicionista de cara al público con la única idea de conseguir admiración y aprecio. Sus sentimientos de grandeza le llevan a la búsqueda de prestigio, es como si obedeciera a un ideal dominante que fuera la meta de su vida. Alcanza ciertos objetivos por el simple hecho de satisfacer sus ambiciones y convierte muchos de sus ideales en realidades, pero no suele ser partidario del trabajo duro y sí de cargos de confianza y administrativos. Por lo general, todos los Leo nacen con un carácter noble, emprendedor y perseverante que, unido a su ambición, les lleva a la búsqueda de su propia perfección.
A Leo le gusta disfrutar de la vida, de los placeres, de los lujos o cosas caras e incluso ir a la moda. Es una persona íntegra y lo mismo que se las ingenia para ganar dinero no le importa gastárselo en una celebración, en regalos para sus seres queridos o en vivir bien y cómodamente. El problema es que muchas veces se ve en aprietos financieros por no haber sido precavido o incluso porque ha caído en un mal hábito como por ejemplo el juego; claro que también su generosidad puede debilitar su economía. En estos casos y aún en peores circunstancias, es difícil que un Leo pida consejo o ayuda a otro, su naturaleza le lleva a invitar o sugerir que él sirva de apoyo o consejero a los demás pero no al contrario.
La mujer Leo suele ser bella o al menos tener algo que la haga atractiva o magnética pero, sabiendo como es la naturaleza de este signo, es lógico pensar que una nativa de Leo no se casará con cualquier persona cuya posición social sea muy inferior a la suya. Pero, además y como ocurre en el hombre, es muy difícil que sea sumisa, vulgar y conformista con cualquier cosa, ella también necesita que le demuestren que la quieren y que valoren sus cualidades y, por supuesto, su ingenio. Le gustará vestirse y embellecerse también como lo hace con su hogar y su familia, sobre todo para lucirse entre los hombres, sin embargo, si su marido flirtea con otra se pondrá celosa y mostrará un gran enfado. Sabrá hacer el papel que corresponda en cada ocasión con tal de atraer la atención de los demás y gastará lo que haga falta para mantener su nivel de apariencia, pero sabrá ganar reputación y dinero siempre que lo necesite.
Leo como trabajador cumple responsablemente con sus deberes pero intentará ascender cuando antes y, si lo consigue, es muy probable que deje el trabajo de poca importancia a otros exigiéndoles rapidez y perfección mientras él se queda solamente con trabajos relevantes donde pueda poner su nombre para que los demás vean lo importante que es. Es cierto que es ordenado y le gusta tener su lugar de trabajo con todo lujo de detalles, pero es injusto cuando critica a otros que no lo tienen así porque la falta de tiempo no se lo permite. Un profesional Leo colgará, como hacen los especialistas médicos, sus títulos en su despacho, aprovechará cualquier ocasión –como una comida de empresa‑ para sermonear a los compañeros con sus logros e iniciativas y aprovechará cualquier cosa que pueda para poner su nombre o su foto.
Es afectivo y muy demostrativo, tanto que tiene que hacerse notar por su acción, por su enseñanza, sus consejos o por puro teatro. Él mismo se crece cuando sabe que los demás le consideran alguien poderoso o líder, parece como si esas consideraciones le dieran fuerza e interés en mostrar sus habilidades organizativas y de mando y, de hecho, así lo hace si tiene los medios a su alcance. Como simpático y agradable que es, suele tener amigos por todos los sitios, pero le gusta mostrar cierta clase de personalidad –a veces falsa‑ para que admiren su clase. Lo cierto es que sabe ganarse el respeto y la confianza de los demás dando a cambio su lealtad, su amistad y su generosidad. Sus ideales sobre la convivencia, la sociabilidad, la ética y la moral son elevados, pues Leo es honrado y noble. El error que suele cometer es caer en la vanidad de ser quien piensa que es, él disfruta y goza pensando que es importante y que tiene más derecho que otros. De ahí que muchas veces haga cosas que son, aparentemente, para mejorar algo o beneficiar a alguien, cuando en realidad lo hace para disfrutar de su capacidad y ver cómo los demás le halagan; por eso se le suele tachar de ególatra y soberbio.
El signo de Leo es de naturaleza optimista, agradable y afectuosa y, por lo general, sus nativos suelen demostrarlo. Por tanto, cuando un Leo está triste solo es porque algo en su naturaleza falla o porque está rodeado de personas que necesitan su buen consejo, su afecto o amor. Leo debe mostrar siempre su naturaleza amorosa, leal y sincera, debe ser un ejemplo para los demás para que éstos aprendan lo que es el romanticismo, la alegría y la generosidad. Leo es artístico, creativo y muy buen educador y profesor para los niños, de aquí que sea difícil verle decaído o haciendo un mal papel en asuntos de esa índole. Su naturaleza jovial y alegre le hace partícipe de los juegos y las diversiones, lo que también le llevaría a trabajar con niños o en esos campos. De Cualquier forma, hay que reconocer que Leo vale para enseñar, aconsejar y demostrar que todos tenemos un poder interno que, bien trabajado y desarrollado, nos puede hacer alcanzar el éxito material y el espiritual. Pero lo mismo que puede ser imitable respecto a su confianza propia, a la ambición, a la voluntad, y en la generosidad, también él debe ser consciente de que debe cuidarse mucho de no caer en los defectos de Leo. Debe saber que los demás también son importantes y pueden ser merecedores de halagos y prestigio, por tanto y viendo los anteriores párrafos, debería estar tan pendiente de no manifestar sus defectos como lo está de demostrar que es superior o imprescindible.
El egocentrismo que muchas veces manifiestan los nativos de Leo les puede perjudicar de diferentes formas. Leo se ama a sí mismo pero no lo demuestra tan fácilmente con los demás porque él mismo se limita. Es posible que en muchos casos tema implicarse profundamente con quienes simpatiza por si acaso se ve obligado a ceder a sus pretensiones, sin embargo, el destino de Leo es amar y dejar que le amen. Otro de los motivos por los que Leo no se deja querer o no se entrega a los demás es por miedo a perder su poder o sus medios creativos esto, al fin y al cabo, es contrario a su naturaleza puesto que es lo suficientemente responsable como para hacerlo sin ningún problema. Debe saber que tiene un gran potencial interno que debe compartir porque le hará más poderoso social y espiritualmente hablando. El Leo desconfiado y falso va por el sendero contrario al desarrollo de su propia naturaleza y no sólo termina defraudando a los demás, sino que su ambición y egoísmo terminan traicionándole y viéndose, en cierto modo, aislado. El nativo de Leo, generoso y servicial, que ama al prójimo, lo hace porque ha aprendido esta lección y sabe intuitivamente que se es más feliz en todos los sentidos cuando se cumplen las Leyes Divinas. El complejo de superioridad, la vanidad, el autoritarismo, la ostentación, etc. solo le traerán desdichas en su próxima vida, pero cuando abre su corazón y su mundo a los demás, se acostará cada noche con el sentimiento de haber cumplido con su deber.
Los Leo suelen ser agradables, afectuosos y optimistas pero se valen también de su mando y de sus éxitos para hacer simpatizantes y influir en ellos según les interesa. Este aspecto deben tenerle presente en sus relaciones sociales porque no a todas las personas les gusta que les dominen. Cuando alguien no permite que le controlen y rechaza esa actitud a un Leo de esa naturaleza, éste se sube a su trono de mando y hace lo que tenga a su alcance para poner en el sitio que se merece ‑según su opinión‑ al contrincante; sin embargo, una de sus virtudes es perdonar y olvidar las ofensas en poco tiempo. De cualquier forma, debe esforzarse por superar esa tendencia a quedar siempre por encima de los demás porque, aunque suele analizar y meditar sus actitudes, su orgullo es más fuerte que la humildad en la mayoría de ellos.
Un nativo de Leo suele estar cualificado para ostentar algún puesto más o menos importante, para crear y dirigir empresas, para obtener algún cargo público y para alcanzar y cumplir casi todas sus ambiciones. Precisamente por su posición laboral y económica, Leo se puede permitir ciertos lujos –según su posición o nivel en la vida‑ y llevar una vida de placer y de disfrute en general. Económicamente puede, por tanto, tener importantes ingresos pero también puede ser un derrochador de dinero. Como tiene ambición y una voluntad firme, muchas veces le gusta especular con su fortuna. En general le gusta el lujo, el confort y tener un buen estado financiero.
De carácter honrado, espíritu dominante, y sentimientos sinceros y duraderos, manifiesta cierto magnetismo personal que causa admiración y le facilita el trato con personas elevadas de la sociedad. Sin embargo, su autoritarismo, susceptibilidad y tendencias despóticas, serán puntos vulnerables que deberá superar si no quiere verse rechazado.
Hay nativos de Leo que son o aparentan ser mansos y buenos pero, aun así, su orgullo les hace creerse más que los demás; su actitud, su imagen y sus palabras muestran siempre una personalidad orgullosa. Les gusta ser el centro de atención, eso de la humildad y de pasar inadvertido no va con ellos y para conseguirlo se servirán de sus virtudes, de sus palabras convincentes, de su porte o, si hiciera falta, de ese actor que llevan dentro y que hará lo posible para que se interesen por él. Se supone que Leo no es tan descontrolado ni violento como lo es Aries pero ¡cuidado! Leo siempre está alerta ante lo que le puedan hacer y quien hiera su orgullo y su dignidad ya puede fortalecerse porque un Leo furioso humilla y hiere hasta donde puede.
Algunos Leo son algo chismosos; quizás no vayan tan bien vestidos sino al contrario; que son más irresponsables con sus finanzas y su trabajo y, como no, que sean unos arrogantes y vanidosos; esto es fruto de su evolución o de sus deudas del destino. Es posible que a alguna mujer le cueste más advertir esos hechos o que su amor por él la ciegue; es posible que su oratoria, su discurso ante un grupo de personas y su saber representar un papel, sea motivo de admiración para los demás y más aún para esa mujer; pero también es cierto que su egocentrismo y su complejo de superioridad son notables. Él entrega su amistad y su confianza de todo corazón pero sólo a quien cree que es merecedor de ellas, ahora bien, si alguien desea ganarse a un Leo, no tiene que hacer nada más que admirarle, respetarle y decirle de vez en cuando que viste muy bien o que le ha gustado mucho lo que ha hecho e incluso que lo que él hace no lo sabe hacer tan bien otra persona.
Los niños Leo son simpáticos, alegres, cariñosos y les encanta jugar, pero como desde niños ya querrán hacer lo que quieran, habrá que disciplinarles un poco. Normalmente intentan dirigir y controlar cuando están con otros niños, no son agresivos pero les gusta demostrar que ellos valen “más” que el resto, por tanto es conveniente que los padres les hagan comprender que obtendrán más apoyo y admiración si son humildes que no autoritarios y posesivos con los demás. Los castigos y regañinas grandes no son aconsejables porque tomarán nota de esa actitud y pueden imitarlo cuando sean adultos, lo mejor es tratarles con cariño y enseñarles a respetar al prójimo y que nadie es más que otro. Como los adultos, son inteligentes, buenos estudiantes y educados pero, según crecen, les gustará ser protagonistas, vestir bien, gastar dinero y comenzar a flirtear con el otro sexo.
El signo de Leo es el regente de la Casa V del horóscopo que representa a los hijos pero, sin embargo, no suele favorecer la tenencia de los mismos. El nativo de Leo es un padre protector, cariñoso y responsable pero, salvo otras indicaciones, este signo no es de tener muchos hijos. Le gusta educar bien a los niños, aunque a veces sea demasiado exigente o autoritario, cuando la madre es Leo es mucho más amorosa y protectora que el hombre, aunque también le gustará mantener su posición y que respeten sus reglas. Puede ser que la madre Leo les malcríe en algún sentido pero será porque piensa que sus hijos son más que otros y por tanto merecen más privilegios.
Al típico Leo no le gusta que le subestimen, unos porque demuestran su valía hasta el punto de que las personas de su entorno tendrán que admitirlo o reconocerlo, y otros porque, aun sin tantas cualidades, harán lo que esté en su mano ‑incluyendo el teatro y los enfados‑ para que así sea. A Leo no sólo le gusta mandar, es que tiene cualidades que otros no tienen para ello. Un ascenso a un nativo de Leo será motivo de felicidad y orgullo, pero un ascenso a su compañero de trabajo que tiene menos cualidades que él será motivo de enfado y de tomar, en muchos casos, la decisión de cambiar de empresa. En estos casos, suponiendo que no se marche, es posible que ponga más empeño en asesorar, sugerir y demostrar sus dotes que bien podrían valer para empresario. Es más, Leo se pasa asesorando y aconsejando a todo aquel que se cruza en su camino y, aunque lo puede hacer con la mejor intención, muchas personas lo detestan. Claro que es posible que el lector conozca a algún Leo que no sea así pero, tanto si es porque no ha tomado mucha conciencia de la naturaleza de este signo como si es porque en su horóscopo Leo está debilitado, siempre habrá algunas características de este signo en el nativo. De las varias personas del signo de Leo que he tratado, uno es manifiestamente Leo al cien por cien; otro, sin embargo, es casi todo lo contrario porque su Ascendente de Tauro ejerce mucha influencia sobre él pero, aun así, tiene gran ingenio para los negocios; un tercero ha sido toda su vida un trabajador como cualquiera y con pocos estudios, pero al cabo de unos años consiguió hacerse jefe de una sección en la fábrica donde trabajaba; y un último, similar al anterior, siempre anda con el dinero justo porque se lo gasta en comida y ropa cara, en tener su casa muy bien amueblada y lujosa y porque, además, se le reconoce porque siempre tiene que llevar razón y porque todo lo suyo es lo mejor.
Su poderosa voluntad y la auto-expresión de su energía creativa le hacen firme y confiado en sí mismo. Su individualidad se muestra auto-consciente del poder de autoridad haciéndose dinámica y atrevida en sus iniciativas que, por lo general, suelen ser prácticas, objetivas y libre de bajezas o mezquindades. Su honradez, nobleza y sinceridad serán la base de sus actos y de su creatividad que perseguirán la grandeza y lucharán contra las traiciones, la deshonra y la deslealtad. Sin embargo, cuando el nativo de Leo no ha tomado apenas conciencia de su poder, puede perderse entre diversiones, falsos y utópicos proyectos y el deseo de poder en algún aspecto de su vida. Su falta de humildad y soberbia, junto al egoísmo y a la ostentación, según las circunstancias, pueden imponerse sobre su naturaleza básica positiva y terminar como un egocéntrico autoritario y rebelde.
Leo debe desarrollar internamente las virtudes que le identifican como un ejemplo a seguir en el amor, en la nobleza y en la búsqueda de la verdadera espiritualidad. Su amor personal se debe transformar en universal, y su conciencia del “Yo” debe ampliarse a toda la humanidad, sin embargo, no debe olvidarse que su Yo es voluntad y discernimiento, es decir, una autoconciencia. Se suele decir que para amar al prójimo es necesario amarse a sí mismo, pues bien, además de eso, Leo debe tener una gran confianza en su Yo superior para estar seguro de que sus elevados deseos y su creatividad cumplen un papel altruista en la humanidad. El “maestro” orgulloso y vanidoso, muchas veces rechazado, debe ser transformado por un humilde maestro espiritual, entonces será más intensamente feliz en su espíritu y el orgullo y la vanidad desaparecerán.
Cuando un Leo se empeña en hacer algo que desea, se aferra tanto a sus ideas que no es nada fácil hacerle cambiar, es más, si alguno lo intenta porque cree que tiene unas ideas mejores que las de él, es posible que no consiga nada y que, además, salga convencido de lo contrario. El magnetismo personal de Leo, su lenguaje distinguido y convincente, su carácter benevolente y sus sentimientos profundos y sinceros, producen tal admiración en los demás que, por lo general, es Leo quien consigue lo que desea.
Leo es romántico y apasionado en el amor, muchas veces da la impresión de que necesita estar enamorado y quizás por eso y desde joven suele tener pareja. Es muy demostrativo y la mujer de un Leo suele ser feliz a su lado, pero si no se adapta a su orgullo y a su carácter en general, tendrá que aguantar muchos sermones. Cuando Leo no tiene pareja es posible que se muestre serio o triste, pero cuando la tiene y las relaciones o la convivencia no son como él desea, manifestará su mal carácter. Sin embargo, como ocurre con sus enfados con otras personas, se le pasará pronto y volverá a demostrar su amor.
Leo es creativo en muchos sentidos, en el arte, en la literatura, en la interpretación y, por supuesto, respecto a los hijos que representa. Pero este signo representa también el amor creador, el mismo ‑aunque en muy inferior escala‑ Amor que creó el mundo y a la humanidad. Es cierto que todos llegaremos a sentir y a manifestar ese amor algún día, pero Leo lo puede manifestar más fácilmente a través de su creatividad. El nativo evolucionado siente la necesidad de crear con amor y también la de buscar medios para conectar con la Verdad, cuando obtiene los resultados que busca, la individualidad manifestará su verdadera naturaleza y las personas de su alrededor le mostrarán su amor sin comprender él que es debido a su magnetismo. El Leo individual y egoísta debe transformarse en el acuariano universal altruista y amoroso. Debe intercambiar su amor con los demás para aumentar el suyo pero, junto al amor, debe ir la humildad, la nobleza y la justicia, entonces su Espíritu se irá compenetrando progresivamente por el Espíritu Universal. El nativo que alcanza este grado de desarrollo está capacitado para aconsejar, guiar e inspirar a los demás.
Al nativo de Leo le gusta flirtear con las mujeres, aun teniendo pareja le gusta fijarse en la belleza del sexo opuesto y tener algún intercambio de palabras si surge la ocasión. La mujer de un Leo tendrá que acostumbrarse a eso pero debe saber que, por lo general, no pasará de ciertos límites y que, si los pasa, ya sabrá él hacer el papel que corresponda para convencerla de que todo ha sido una especie de juego o incluso le demuestre su gran sinceridad unida a su amor por ella. Leo necesita pareja para que le escuche cuando cuente sus éxitos y cuando aumenten sus problemas y necesite ayuda para resolverlos, pero también será un caballero romántico y muy demostrativo en su amor que no tendrá límites en manifestar cuánto quiere a su pareja. Como tiene cierto magnetismo y es honrado y afectivo, suele encontrar la pareja deseada que suele ser más bien de posición social elevada. Sus instintos y tendencias respecto a las relaciones sentimentales y placeres, son fuertes y apasionados pero, respecto al matrimonio, suele hacer feliz a su pareja.
Algunos Leo muestran una fortaleza de carácter y deseo de reconocimiento tan fuerte que parece como si en su última reencarnación hubieran practicado una forma de vida tan elevada o espiritual que los demás no la hubieran comprendido y todo hubiera salido mal. Es cierto que ponen mucho empeño en manifestar su naturaleza autoritaria y posesiva, pero también lo es que tienen cierto encanto o magnetismo personal que nace de su espíritu interno. El más elevado motivo de desarrollo debe ser el amor, la generosidad y la fraternidad, si no sigue esa línea, se puede desarrollar el egocentrismo. Su grado evolutivo se podría considerar algo más alto que otros signos, pero esas mismas cualidades se convierten en un arma de doble filo –como puede ser el dinero para el rico según el uso que haga de él‑ Por eso, un Leo en esa posición, no debe olvidar que los pobres de espíritu son los que heredarán el reino de los cielos.
Cuando Leo está bien aspectado en el horóscopo: Es un idealista en busca de la verdad. Es creativo, optimista e intrépido en sus acciones y en sus negocios donde demostrará sus cualidades para la dirección y la organización. Tiene mucha confianza en sí mismo y alcanza sus objetivos con paciencia, constancia y nobleza de sentimientos.
Cuando Leo está mal aspectado en el horóscopo: Tiene pocos y bajos ideales, es improductivo y ocioso, y su exagerada sobreestimación y confianza propia puede hacer fracasar muchos de sus asuntos. Ambicioso y buscador de honores y fama, hará uso de su arte dramático, de su crueldad o de su infidelidad con tal de encontrarlo. Su despotismo, su arrogancia y su vanidad son sus enemigos.

LEO DEBE SER: Digno de confianza por su honradez; leal y noble; de carácter sociable, humilde, sencillo, cordial y sincero; constante y persistentes en sus acciones e iniciativas que le llevarán a una buena posición laboral y social; enérgico, fuerte y justo en su posición de mando o liderazgo; optimista, entusiasta y confiado en sí mismo en sus negocios y en el amor.

LEO NO DEBE SER: Soberbio, vanidoso, arrogante y despótico en sus relaciones sociales y laborales; dominante, infiel ni adúltero en sus relaciones amorosas; juerguista, improductivo ni jugador por el bien de su economía y por su prestigio; ambicioso, irritable y codicioso si no quiere verse rechazado.

RELACIONES CON OTRAS PERSONAS: Como signo de Fuego, los nativos de Leo se suelen compenetrar mejor con las personas de signos de Fuego y de Aire.

PROFESIONES: Cargos importantes, como directores, diplomáticos, funcionarios o políticos; empresas relacionadas con el espectáculo, ocio y las diversiones; en el mundo de las finanzas y administraciones; en centros educativos; empresarios y deportistas.

AMULETO DE LEO: GEMA: Rubí o diamante. METAL: Oro. COLOR: Naranja.

Francisco Nieto

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