domingo, 20 de diciembre de 2009

ASTRODIAGNOSIS


Como sabemos, nuestro horóscopo nos muestra las “tendencias” y “posibilidades”, entre otras, que nos ofrece nuestro destino. Por otro lado, sabemos que los astros inclinan pero no obligan, de aquí que cuando queremos explicar el tema de la salud y la enfermedad sea algo difícil de concretar dado lo amplio que es. Es cierto que la astrología ha profundizado lo suficiente como para describir, de forma general, las enfermedades que se relacionan o están representadas por los signos y los planetas, sin embargo, la dificultad surge en el estudiante cuando tiene que analizar un horóscopo y se le acumulan muchos datos respecto a las tendencias y debilidades en la salud. Por tal motivo, trataré este tema dando toda la información posible sobre las regencias de los signos y planetas y exponiendo una serie de ejemplos de la influencia de los mismos.
Lo mismo que las fuerzas invisibles actúan desde la unión de dos células llamadas óvulo y espermatozoide y hacen que se multipliquen las mismas hasta que progresivamente se van formando los órganos y el cuerpo del futuro ser en el vientre de la madre, así mismo existen las fuerzas astrológicas que se corresponden entre el universo y el cuerpo del ser humano, es decir, entre los signos y planetas y los órganos y partes del cuerpo del hombre y que afectan, según la composición del horóscopo, en bien o en mal a los órganos y miembros del cuerpo físico; de hecho son las mismas. Naturalmente que para los escépticos esto no tiene sentido, sin embargo, sólo es necesario echar un vistazo a las efemérides para decir a una persona las posibles enfermedades que puede tener con solo fijarnos en la posición de Marte, Saturno, Urano o Plutón. Si la persona es mayor, confirmará que alguna de las posibles enfermedades las ha padecido ya.
Hay ciertos factores que conviene tener en consideración en el momento de predecir alguna enfermedad: 1º. Que la fecha y hora de nacimiento no sea exacta; 2º. Que los cálculos o la interpretación sea errónea; 3º. Que el nativo tenga una naturaleza tan fuerte y sea tan optimista que haya superado la mayoría de las tendencias hacia la enfermedad; y 4º. Que su vida, desde muy joven, haya sido dirigida de tal modo y de forma tan positiva que la “tendencia” no haya podido manifestarse. Aún teniendo en cuenta lo anterior, es muy difícil que no se manifiesten los karmas maduros pendientes a partir de determinada edad.
Es conveniente tener presente desde el primer momento en que intentamos concretar una posible enfermedad que, como en cualquier otra interpretación, es necesario combinar la naturaleza del planeta y su regencia sobre la salud y la enfermedad para saber de qué manera aflige a lo que representa el signo o el planeta. Veamos, tanto el Sol como la Luna en Aries pueden producir dolor de cabeza y los dos pueden afectar a la visión -el Sol rige el ojo derecho y la Luna el izquierdo-, sin embargo, el caluroso y vital Sol afligido puede producir fiebres, hemorragias o congestiones que, a su vez, pueden producir desmayos, mientras que la Luna quizás solo produzca letargo mental o insomnio. Si colocáramos a Saturno afligido en Aries, dado que este planeta atrofia, obstruye y cristaliza, podríamos hablar de caídas de dientes, de sordera o de anemia cerebral entre otras enfermedades, mientras que si ponemos a Marte, hablaríamos de hemorragias, congestiones, heridas en la cabeza y fiebres entre otras dolencias. En el caso de ser Mercurio el que aflige a Aries y sabiendo que Mercurio rige el sistema nervioso y el hemisferio cerebral derecho, tendríamos que hablar de desequilibrios nerviosos, vértigos, inquietud, ansiedad, insomnio, etc. Por consiguiente es conveniente tener muy claro cuál es la naturaleza del planeta para así poder concretar su efecto sobre lo que rige el signo al que aflige.
Lo mismo que podemos decir que Marte mal aspectado en la Casa VII traerá discusiones que pueden terminar en violencia pero no podemos asegurar qué clase de maltrato se aplicará, asimismo en la astrodiagnosis podemos decir qué clase de enfermedad puede padecer el nativo pero no “asegurar” si la va a padecer o no. Por este motivo no aconsejo decir a un consultante que va a sufrir tal o cuales enfermedades sino que tiene “tendencia” o “cabe la posibilidad” de que se manifiesten tales síntomas en determinados órganos o partes del cuerpo que, si no se cuidan, podrían convertirse en enfermedades de tal o cual naturaleza. Pongámonos en el puesto de un consultante interesado en saber cómo es su salud y que, sabiendo que la misma hasta ese momento es buena, nos dicen que nuestra naturaleza es débil y que podemos sufrir una serie de enfermedades. Desde ese momento nos podemos sugestionar cada vez que detectemos cualquier síntoma por pequeño que sea, es más, si de por sí somos débiles ante la enfermedad, quizás nos debilitemos más aún y aceleremos los procesos negativos. De aquí que el astrólogo deba ser precavido buscando siempre un motivo para dar ánimos al consultante o al menos advirtiéndole que esas tendencias se pueden manifestar o no de acuerdo a los cuidados que él tenga, a la alimentación, a si fuma o bebe alcohol y, a la higiene o incluso al abuso que haga de la energía vital. Si el astrólogo sabe interpretar las Progresiones y los Tránsitos, sabrá que éstos se pueden utilizar para predecir las crisis que están latentes desde el momento de nuestro nacimiento y por este motivo debe ser mucho más precavido para no decir fechas y sí advertir de la manera en que puede superar o prevenir dichas crisis.
La interpretación, y más aún el buen consejo, no es fácil de practicar para el astrólogo. Éste debe saber interpretar muy bien las naturalezas de los signos y planetas, incluso debería tener algún conocimiento de medicina y anatomía. Siempre deberá tener en cuenta el temperamento del nativo para darle esperanzas y optimismo, siempre deberá aconsejar que lleve una vida sana en sentido de deporte, alimentación y libre de alcohol, droga y tabaco. Además, y si el nativo es partidario y creyente de la reencarnación y del karma, se le debería explicar que todo mal trato o abuso del cuerpo físico tendrá alguna vez su efecto sobre la salud. Un consultante nunca debería salir de la consulta con miedo ante su destino porque ese mismo miedo aumentará las tendencias para que se manifiesten las enfermedades.
Cada uno de los signos tiene su propia naturaleza respecto a la vitalidad, por consiguiente, el que se encuentra en el Ascendente tiene gran importancia como base de la resistencia ante la enfermedad. Aún así, habrá que tener siempre presente que, dependiendo del cuidado que demos a nuestro cuerpo físico, a su alimentación e higiene, y al uso o abuso que hagamos de la energía vital, así serán los resultados.

Francisco Nieto

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