martes, 26 de mayo de 2009

COOPERANDO CON LAS ESTRELLAS


ARTÍCULO DE LA FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL

Frecuentemente se oye a los estudiantes de astrología expresar su fastidio por el modo de operar de las estrellas. Alegan que las progresiones y los tránsitos malévolos siempre se manifiestan a tiempo y que sus efectos son notables, mientras que los benévolos parecen tener poca o ninguna influencia; y se preguntas por qué.
¿No se ha dado cuenta usted que es imposible obtener algo sin pagar, igual como no se puede crear algo de la nada?. Esto es válido si se desea un pan, un puesto de trabajo, favores o cualquier otra cosa. Si alguna vez le parece que consigue algo sin pagar , tendrá que arreglárselas después y además con interés porque es la Ley Natural de la Justicia la que dice que nada se da a cambio de nada. Tiene que haber un intercambio en alguna forma; la balanza puede estar inclinada en una dirección por mucho tiempo, pero tan cierto como el péndulo se mueve a ambos lados del punto muerto con movimiento parejo, tan cierto volverá la balanza de la justicia, hasta alcanzar el equilibrio.
Esto válido en la astrología. El refrán dice: “Ayúdate, que Dios te ayudará”. También se puede decir que las estrellas prestan ayuda al hombre que se ayuda a sí mismo, porque ellas son los ministros de Dios. Siempre se debe recordar que las estrellas demuestran tendencias; señalan la hora cuando las oportunidades es´tan maduras, pero nunca, bajo ninguna circunstancia, obligan a nadie a actuar de un modo u otro. Pero tampoco son portadoras de acontecimientos casuales. Son lecciones y experiencias, de las cuales podemos aprovecharnos o no, como queramos, dentro de ciertos límites. Por ejemplo, si la Luna forma una cuadratura con Marte, aportará una oportunidad para que nos enfademos y, por lo tanto, meternos en líos; después, una vez terminados los problemas, nos sentamos a reflexionar sobre el asunto y, con toda probabilidad, pensaremos que hemos sido necios por dejar que una tontería destruya nuestra felicidad.
En cambio, si el estudiante de astrología hace uso de sus conocimientos en forma adecuada, debe conocer el resultado de la cuadratura de la Luna A Marte. Con anticipación de be proponerse quedarse sereno y decir: “He aquí una oportunidad para que yo supere mi horóscopo. Voy a dominar mi mal genio para que, pase lo que pase, conserve mi ecuanimidad.”. Entonces, cuando aparece la oportunidad de enojarse, vencerá la tentación. Aunque sienta las pasiones por adentro, se mantendrá sereno en lo externo, no perderá la cabeza, y al pasar el peligro, habrá ganado una victoria y habrá aprendido la lección que le fue destinado aprender.
Supongamos que se trata de una cuadratura con la Luna a Saturno. Este aspecto causará la preocupación y el pesimismo, pero, al ocurrir tal aspecto, el estudiante de astrología puede decir: “No, no voy a preocuparme. La preocupación no resuelve nada. Perjudica, porque me quita las fuerzas con las cuales podría vencer. Voy a ser optimista y voy a ver lo que puedo hacer para remediar el problema”.
La verdad es que casi todas las cosas por las cuales nos preocupamos, nunca se realizan, y si el estudiante puede aprender, durante este aspecto planetario, a mantener su ecuanimidad, a dejar sus de preocuparse, entonces habrá superado el aspecto y habrá aprendido una lección importante. Así, si él coopera con las estrellas, aprendiendo las lecciones que ellas intentan enseñarle, los aspectos malévolos tendrán menos poder sobre él del que tendrían si se cruzara de brazos y dijera que todos está fuera de su control ya que está bajo aspectos malévolos y forzosamente todo tiene que salir mal.
Hay en el horóscopo un factor principal: la voluntad de la persona. Tome en cuenta que el horóscopo sólo indica tendencias y no tiene ningún poder para obligar en absoluto. La compulsión procede de lo interno. Usted, a fin de cuentas, es el factor principal del horóscopo y con suficiente fuerza de voluntad, puede superar su horóscopo.
No se niega que todos somos débiles y, por lo tanto, incapaces de ejercer nuestra fuerza de voluntad en cada ocasión, pero es precisamente por este motivo que los aspectos malévolos nos son mandados: a fin de que cultivemos una voluntad más fuerte y firme para actuar correctamente en el momento apropiado. Depende de nosotros si lo que nos compele son las circunstancias externas o nuestra propia voluntad interna. Sin duda que lo último es lo debido. Los estudiantes de astrología, más que nadie, deben saber dirigir la barca de su vida con seguridad por entre los escollos de la existencia, porque cuentan con las advertencias necesarias; ellos saben lo que les va a suceder y deberían estar preparados.
En cambio, se pregunta por qué los aspectos benévolos no traen un provecho igual de poderoso. La respuesta esa pregunta es la falta de cooperación. Es imprescindible esforzarse para aprovechar los aspectos benévolos lo mismo que para superar los malévolos.
Supongamos que está usted, sin trabajo y con pocos recursos económicos; no ve posibilidades de ingresos, pero está esperando un fuerte aspecto benévolo como. Por ejemplo, un trino de la Luna progresada al regente de la sexta casa o al Sol. Bajo este aspecto usted se siente seguro, desde el punto de vista astrológico, que va a conseguir un empleo que aliviará su estado económico. Muy bien, puede tener la seguridad que vendrá la oportunidad, pero no crea que ésta sea regalada sin esfuerzo alguno de su parte. Si algo vale la pena tener, vale la pena hacer los mejores esfuerzos para conseguirlo. Ponga atención a todos los detalles. Cuando se entreviste con la persona que tiene el poder de darle el empleo, vístase bien, pero no de una forma ostentosa. Recuerde que la primera impresión que haga es la más importante. Tenga preparadas las cartas de recomendación y todo lo demás como si no dependiera de una aspecto astrológico el conseguir el puesto. Sírvase de todos los medios posibles para impresionar al futuro patrón con sus habilidades y puede confiar en que su esfuerzo tendrá éxito, porque ha cooperado con las estrellas, ha aprovechado una oportunidad.
Supongamos que está a punto de formar una sociedad comercial y se siente confiado porque la Luna forma trino con el Sol y Venus en la séptima casa. Procure no descuidarse, creyendo quizá que por tal aspecto no puede aparecer una persona que no sea un buen socio. Si se descuida, no cumple con su parte y no podrá echar la culpa a las estrellas después, si la persona resulta inadecuada.
Lo que más se necesite en el mundo actual es el sentido común (o sea, el discernimiento) y esto se aplica a la astrología tanto como a cualquier otra esfera de la vida. Las oportunidades pueden ser comparadas con una pista para tobogán que nos separa de lo que deseamos; es necesario que nosotros hagamos el esfuerzo inicial y al haber cumplido nosotros con nuestra parte, los buenos aspectos se encargarán de todo lo demás. Estarán de nuestra parte para impresionar a otras personas en nuestro favor o para aumentar nuestra perspicacia a fin de que sepamos lo que más nos conviene.








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