domingo, 3 de mayo de 2009

CAUSAS QUE FORMAN NUESTRO KARMA


“Cualquier “incidente” que nos ocurra es fruto de la ignorancia de las leyes espirituales y se debe a la acción de esas mismas leyes que son desconocidas o que no se han tenido en cuenta. Todas las fuerzas de la naturaleza pueden ser empleadas en la proporción
en que sean comprendidas. La naturaleza se conquista por medio de la obediencia a sus leyes.”

El hombre está evolucionando en tres principales mundos: Mundo Físico: que a su vez se divide en una región etérica y otra de materia sólida, líquida y gaseosa; Mundo de Deseos: Relacionado con nuestros deseos, sentimientos y emociones y donde se encuentran el purgatorio y el cielo que es donde desarrollamos la conciencia y donde fortalecemos la iniciativa para hacer el bien; El Mundo del Pensamiento: Dividido en dos regiones llamadas de la mente concreta y de la abstracta que es donde surgen las ideas y donde creamos los pensamientos. En lo más elevado de estos mundos se encuentra el verdadero Ego o Yo superior y, por tanto, debería tener poder sobre la mente, los deseos y sentimientos, y sobre el cuerpo físico. Sin embargo no es así, el hombre se suele sentir dominado por el cuerpo de deseos precisamente por no conocer las leyes divinas y por no saber manejar la mente para dominarle.
Lo que llamamos humanidad está compuesta de cuatro cuerpos y un Espíritu manifestado como una trinidad a imagen y semejanza a su Creador, Dios.
1º. Un cuerpo físico formado por materia cuya composición es análoga a cualquier otro cuerpo u objeto material y que, por tanto, no tiene sentimientos ni puede pensar.
2º. Una vida o cuerpo vital, el cual vivifica el cuerpo físico, que durante la existencia mantiene unidas las células para que cumplan con su misión hasta el momento de la muerte donde, al abandonar el cuerpo, quedan libres (creando un caos en el organismo) y descomponen el cuerpo para que la materia vuelva a su origen.
3º. Un cuerpo, normalmente llamado de “deseos” o “emocional”, que es el incentivo imprescindible para que actuemos y, por tanto, para experimentar en la vida pero que tampoco razona puesto que representa los deseos, los sentimientos y las emociones.
4º. Un cuerpo mental o mente que es la que se está imponiendo cada vez más sobre el cuerpo de deseos para que seamos más racionales y menos animales como lo fuimos en un tiempo pasado cuando solo actuábamos por instinto y sin ningún tipo de razonamiento.
Con lo dicho hasta aquí podemos llegar a la conclusión de que, desde que nacemos, nos identificamos con el cuerpo físico y que, dependiendo del grado de desarrollo mental y del discernimiento que tengamos, así podremos imponer la razón sobre el cuerpo de deseos o, por el contrario, dejarnos llevar por ellos así como por los sentimientos y emociones. Dicho de otro modo, el buen uso de la mente, de la razón, nos capacitará para (por ejemplo) decir ¡No! ante una tentación que sabemos que puede perjudicar el organismo mientras que otros que se dejen dominar por este cuerpo accederán gustosamente con tal de satisfacer ese deseo.
Ese mismo discernimiento del cual estamos hablando es el que en estos mismos momentos debería hacer que el lector se preguntara ¿quién utiliza la mente? o sea, ¿Quién razona cuando le apetece para decidir si desea algo o no? Es aquí donde tenemos que hacer una provisional pero necesaria aclaración. Lo mencionado hasta ahora, incluyendo la razón, es la “personalidad”, el ser humano físico tal y como lo entienden la mayoría de las personas, sin embargo, a la pregunta de ¿Quién se manifiesta a través de la voluntad a lo largo de la vida para intentar dirigir y controlar los diferentes cuerpos mencionados? hay que responder que es el Alma, también llamada Ego o Yo superior. Con esta pequeña aclaración ya podemos definir al ser humano como una “personalidad” a través de la cual se manifiesta en parte, según el grado de desarrollo, el Alma evolucionante o “individualidad”.
Lo mismo que la humanidad, a lo largo de su evolución, ha ido descubriendo y clasificando las partes y órganos que componen el cuerpo para encontrar respuesta a sus muchas dudas sobre cómo funciona, así mismo, en el futuro tendrá que continuar investigando y descubriendo clases de “materia” más allá del átomo para encontrar otras muchas respuestas que, a lo largo de la historia, han negado. Todas las partes y órganos que forman nuestro cuerpo son necesarios para que el mismo pueda funcionar correctamente, pero es que también cada órgano necesita de sus correspondientes células, y moléculas, y cada molécula de los átomos, y cada átomo de sus protones y electrones, y de los éteres que ya se comienzan a hablar como componentes de la energía que hace que los órganos puedan funcionar y el cuerpo pueda vivir.
A lo largo de la vida se renuevan las células y las moléculas, los átomos se combinan para formar inteligentemente esas diminutas vidas (bacterias, células, moléculas, etc.) y también toda la materia de nuestro cuerpo ¿Quién o qué inteligencia hace que todo eso cumpla una función de supervivencia en el organismo y evita que cada una de esas vidas actué por su cuenta? Nuestro cuerpo físico está compuesto por el mismo material que los cuerpos de los tres reinos que nos siguen y en cada forma material cumplen una determinada misión. La planta tiene una “vida” que no tiene el mineral; el animal tiene deseos, sentimientos y emociones que no tiene la planta; y el hombre tiene una mente para razonar y una voluntad que no tiene el animal; y sin embargo todos estamos evolucionando en un “cuerpo” y en un planeta material y todos nos necesitamos para continuar experimentando y desarrollando cualidades. Por otro lado, nuestro planeta es parte de otro órgano llamado sistema solar (como lo son los protones o electrones del átomo) que a su vez es parte de un gran cuerpo llamado macrocosmos ¿o quizás deberíamos decir que nosotros somos átomos de la célula Tierra que es una más de las que componen el cuerpo manifestado de un Ser Incognoscible, Omnipotente y Omnisciente? ¿Por qué no? Todo lo que compone nuestro cuerpo está dentro de nuestra influencia como vida y conciencia y cuando la individualidad (la vida y la conciencia) abandona el cuerpo en lo que llamamos muerte, todo se descompone y vuelve a su origen atómico para formar nuevos cuerpos evolucionantes. Luego entonces, nosotros no somos nuestro cuerpo físico como yoes individuales y con voluntad propia.
El hombre actual es como un puente entre el animal que fue cuando aún no tenía autoconciencia y el hombre futuro con cierto grado de conciencia del Alma pero nunca ha sido, es, o será su cuerpo físico. El Alma o Ego utiliza los cuerpos en cada vida para experimentar y desarrollar sus poderes (actualmente latentes en nosotros) como el niño utiliza los libros cada día que va a clase hasta que en un futuro alcance su meta o carrera donde pueda desarrollar sus cualidades también latentes. El Yo superior intenta espiritualizar al yo inferior o personalidad para manifestar su poder sobre sus cuerpos como el ser humano intenta dominar el mundo físico para crear formas más perfectas que le sean de mayor utilidad en sus proyectos de convivencia. Pero algún día ambos se encontrarán a mitad de camino y entonces la personalidad tomará conciencia de la inmortalidad del Alma y el Alma podrá desarrollar sus poderes y manifestarse en una común unión con los demás. Entonces habrá continuidad de conciencia y la pérdida del cuerpo (muerte) será como cuando tiramos un traje porque ya no nos sirve o está viejo.
Aunque este tema pueda parecer aburrido, es necesario dejar claro que no somos el cuerpo físico y que, como ya se verá, tampoco es el cuerpo el que renace, es más, tampoco lo hacen las emociones, ni los deseos, ni siquiera la mente. Hasta ahora hemos dividido al ser humano como un Ego o Alma y una personalidad, (cuerpo físico, de deseos y mente) quienes lean por primera vez esta clase de enseñanza o filosofía pueden pensar que es absurda pero los que estén familiarizados con la filosofía oculta o esotérica, verán que es la explicación más lógica y razonable que se puede dar. He de decir que lo que se expone en esta obra es una mínima parte, lo imprescindible para poder explicar lo que deseo, sin embargo, lo podría ampliar mucho más como lo han hecho tantos y tantos verdaderos ocultistas.
Estas enseñanzas no son nuevas pero hasta hace poco más de un siglo solo unos pocos tenían acceso a ellas. El renacimiento en la India es comprendido sin ninguna duda, Cristo mismo habló de “renacer” y de “Espíritu y cuerpo”, incluso grandes filósofos enseñaban a sus discípulos que el Espíritu renace en cuerpos físicos cada cierto tiempo. Platón explicaba que el Espíritu había sido creado por lo que comúnmente llamamos Dios, que los otros cuerpos eran corruptos porque habían sido creados por los “dioses menores” y que de esa unión y por medio del renacimiento se forma un Alma. También San Pablo habla de “cuerpo terrenal” y “cuerpo espiritual” y, junto a Platón y a Pitágoras, también menciona tres principios (cuerpos) que a su vez se convierten en siete.
En esta obra se tratará del Espíritu manifestado (que es trino como Dios mismo, su creador) por medio de cuatro cuerpos, entendiendo que el Yo superior es el individuo que en un momento dado de su evolución nace (se individualiza como conciencia) al recibir la mente y reconocerse a sí mismo como separado de los demás, lo que, por cierto, algún día les ocurrirá también a las vidas que animan los cuerpos de los animales. Por tanto, estaremos más acertados si al hablar del cuerpo físico, en vez de pensar o hablar como un “yo”, lo hacemos como “mi cuerpo”. Si nuestra autoconciencia fuera el cuerpo físico no experimentaríamos el sueño puesto que el cuerpo no desaparece, el sueño o pérdida de conciencia del mundo físico no es otra cosa que la salida del Alma del cuerpo y, por tanto, no somos conscientes del mismo.
Lo mismo que el niño que nace va desarrollando los sentidos según pasan los años y luego se va identificando con los deseos, sentimientos y emociones a la vez que va utilizando la mente para aprender y actuar hasta que a cierta edad se le puede considerar maduro y responsable como individuo, así mismo, la humanidad ha ido adquiriendo sus cuerpos a lo largo de millones de años pasando por estados de conciencia inferiores donde se guiaba por su instinto hasta que adquirió la mente que es la herramienta que utiliza el Alma para intentar dirigir su destino. ¿Qué es si no el típico “fantasma” que tantas personas han visto incluso después de haber muerto? ¿Qué es la imagen que sale de un médium en una sesión espiritista? ¿Qué es lo que sale del cuerpo cada noche e incluso en el momento de la muerte como se ha comprobado con básculas muy precisas que demuestran que hay una pérdida de peso? Ni más ni menos que el “Yo superior” con sus cuerpos etéricos dejando en el lecho al cuerpo físico y, por tanto, perdiendo la conciencia de él a la vez que la adquiere en los otros mundos más sutiles.
Estamos hablando de renacimiento del Alma en un cuerpo físico, podríamos hablar de la eternidad de esa alma que adquiere sabiduría y desarrolla poderes en cada vida, pero de lo que no se puede hablar es de “resurrección de la carne.” La personalidad con sus deseos, pasiones, pensamientos, etc. no puede ser eterna porque la meta es “Sed perfectos como nuestro Padre es perfecto”. La carne y lo corrupto y malévolo no pueden heredar el reino de los cielos, de ahí que Cristo dijera que sólo llegaremos al Padre imitando su amor y a través de Él. Pero, como es lógico, lo mismo que un niño no consigue una carrera universitaria en un solo día de clase, tampoco una persona puede adquirir la perfección de la que habla Cristo en una sola vida. Luego entonces, si el mal que cometemos no es eterno y tenemos que ser perfectos para entrar en el Reino de Dios, está claro que algo tiene que ir recopilando lo bueno de cada vida para que al cabo de cierta cantidad de renacimientos sea perfecto. ¿O qué es si no la conciencia que nos advierte antes de hacer el mal y nos causa remordimiento después de haberlo hecho? Por supuesto, el Alma.
Sócrates, Platón y otros filósofos griegos dividen al ser humano en cinco principios que son: Espíritu, Alma, mente, deseos y cuerpo físico. Mientras que los egipcios lo hacían en siete como actualmente lo hacen casi todas las escuelas serias de ocultismo; las religiones y escuelas de la India, del Tíbet, o incluso personajes como Lao Tse en su “Tao-Te-King”, hablan del ser humano como de un Espíritu con varios principios o cuerpos. Basándonos en todas estas escuelas y estudios podemos decir que el Triple Espíritu (al cual está unida el Alma o Yo superior) manifestado en nosotros como voluntad, conciencia, intuición y mente abstracta, se sirve de la mente concreta para imponer la razón sobre el cuerpo de deseos y así extraer más provecho de las experiencias que obtiene en el mundo físico a través del cuerpo físico.
Desde que teníamos una conciencia similar a la que tienen actualmente los animales hasta nuestros días, en cada renacimiento hemos ido aborreciendo o superando el aspecto animal o más bajo de nosotros. Hemos pasado de matarnos por el instinto de supervivencia a respetar la vida, de ser tremendamente egoístas a comenzar a ser altruistas, de dejarnos dominar por los deseos a imponer la razón y la voluntad sobre ellos, de hacer la guerra por intereses personales a no querer guerra, de ver las necesidades del tercer mundo y no hacer nada a que haya cientos de ONG. Pero eso no es nada para lo que nos queda por desarrollar hasta alcanzar la perfección, y si no fuera así ¿Por qué unos van a nacer con una naturaleza o carácter tan santo mientras que otros son lo contrario? ¿Lo va a hacer Dios cuando nos crea? Entonces no sería Dios puesto que, como dicen las religiones “Dios es amor” y aunque así fuera ¿Qué motivos tiene Dios para ello sabiendo que -según dice la iglesia- los pecadores sufrirán por toda la eternidad? Lo mismo que el niño comete errores y faltas en el colegio, los que tiene que corregir después del examen o al siguiente día, también ese Yo superior renace para aprender, purificar su cuerpo de deseos, desarrollar la mente y controlar sus cuerpos por medio de la voluntad. Por tanto, es a través de renacimientos en cuerpos -aunque ahora la mayoría de nosotros solo veamos el físico- como cada uno de nosotros aprende, se perfecciona y se adapta más que otro, lo que significa que evoluciona más y desarrollará los poderes del Alma antes.
Dice San Juan en su evangelio de acuerdo a la enseñanza de Cristo respecto a los principios del hombre: “Yo soy la vid (el Yo superior o Alma) y mi Padre es el labrador (el Espíritu como hijos creador por Dios que somos) Cada sarmiento que en Mi no da fruto (cada personalidad o cuerpos que utiliza el Alma en cada vida) lo arranca (el Espíritu hace que muera)....” “Así como no puede el sarmiento dar fruto por sí solo sino manteniéndose en la capa, tampoco vosotros lo podéis dar como no viváis en Mí, Yo soy la cepa, vosotros los sarmientos. Si un hombre no vive en Mi, es desechado como un sarmiento y se secará, luego se le echará al fuego y se quemara.” Cristo está diciendo que para llegar a la perfección de nuestro creador o Padre tenemos que imitar su vida y hacer lo que predica También está explicando que el Espíritu (labrador) tiene que desarrollar sus poderes latentes gracias al Alma reencarnante (la vid) la cual extrae la sabiduría de las experiencias por medio de la personalidad (el sarmiento) y que cuando ese sarmiento ya no cumple con su función, el Espíritu hace que fallezca para prepararle y fortalecerle para otro nuevo renacimiento (nuevo sarmiento) después de asimilar el fruto de la última vida.
Si estudiamos un átomo nos daremos cuenta que su existencia (como todo lo manifestado) no puede ser casual, si alguien lo piensa es simplemente porque la ciencia aún no ha ido mucho más allá. Los elementos que componen un átomo y sus movimientos son una manifestación de sabiduría, a su vez, los átomos mismos demuestran “inteligencia” porque tienen sus “preferencias” a la hora de combinarse para formar los elementos químicos. Esa es la base de toda existencia o manifestación de toda la materia y formas donde se pueda manifestar la vida, es decir, los mismos átomos forman nuestros cuerpos como también forma cualquier otro objeto. Entonces, ¿podemos decir que nosotros somos la materia física? Por supuesto que no, si lo fuéramos también nos identificaríamos con todo lo material. Tenemos un cuerpo físico porque lo necesitamos en nuestros renacimientos para poder experimentar, aprender y evolucionar en este planeta físico, pero cuando el Alma haya aprendido las lecciones correspondientes, ya no lo necesitará más porque continuará su desarrollo en los mundos donde se encuentra mientras duerme y donde recopila el beneficio de sus experiencias de una vida una vez abandonado el cuerpo físico.
Con lo dicho anteriormente debemos llegar a la conclusión de que el hombre no es la materia, sin embargo, todavía hay quien piensa que somos la “vida” que abandona el cuerpo físico en el momento de lo que llamamos muerte. Hay tres líneas de desarrollo en el ser humano, éstas son: La forma, la vida y la conciencia. La forma o materia, evoluciona gracias a la vida que la habita, es decir, la vida de la planta, del animal y del ser humano ha hecho que la materia haya evolucionado desde el origen de este planeta como tal hasta nuestros días, y la conciencia (como resultado de esa unión y desarrollo) es la que acelera ese proceso según el reino donde se manifieste. Por ejemplo, la vida y la autoconciencia del hombre transforman los elementos químicos (la materia) en objetos que necesita para su propio progreso y evolución. Así es que, aunque la vida de los diferentes reinos tiene un mismo origen divino, la vida que anima nuestros cuerpos está más evolucionada y lista para que el Alma la pueda utilizar con su conciencia individual que hace que nos reconozcamos como un “Yo”; lo que no pueden hacer los tres reinos que nos siguen.
La vida es la que hace que el hombre respire y se sirva de los éteres vitales del Sol (entre otras cosas) para tener salud, la que hace que se extraigan los nutrientes de los alimentos, la que hace que los órganos funcionen (pulmones, corazón, etc.) y, en definitiva, la que nos mantiene vivos; por tanto tiene que estar dentro del cuerpo físico. Pero si la vida no se ha podido identificar como elemento químico o materia, quiere decir que debe estar compuesta de otra clase de materia más sutil que la que conocemos, que la ciencia aún no ha descubierto, y que debe estar más allá de los protones y electrones; es decir, más allá de lo que llamamos energía. Así es, la vida, en su manifestación más densa está compuesta de éteres, unos éteres que ya desde hace bastantes años se han podido detectar en las plantas, en los animales y en el hombre en forma de aura o ectoplasma y que se relaciona con los meridianos energéticos de la acupuntura y con el magnetismo. La vida también es la manifestación de esos cuerpos etéricos (fantasmas) que muchos y en muchas ocasiones han visto, principalmente de personas fallecidas o a punto de fallecer.
Por tanto, la vida en el hombre se manifiesta con la misma forma e imagen del cuerpo físico como un molde sobre el cual se construye el mismo desde los átomos hasta las células. Es más, este molde o cuerpo etérico es el que mantiene unidas a las células haciendo que éstas cumplan su misión en la generación, desarrollo y regeneración del organismo con tal de mantenernos vivos. Ya hemos dicho que el hombre espiritual está compuesto de siete principios, a lo que hay que añadir que, aunque está evolucionando en cuatro mundos (de los que obtiene la materia para formar cada uno de sus cuerpos en cada renacimiento) también terminará su desarrollo espiritual futuro en siete mundos o planos creados por Dios para ese fin. El cuerpo físico y la vida que lo anima también forman siete grados de materia, los tres que todos conocemos como sólido, líquido y gaseoso más los cuatro éteres que forman el cuerpo etérico que anima o vitaliza el cuerpo físico. Estos cuatro éteres están relacionados con la actividad de los órganos internos, con lo sentidos, con el sistema nervioso y con la conciencia, por consiguiente son los medios por los cuales el Ego o Yo superior maneja y dirige el cuerpo físico. O sea, el cuerpo etérico es el medio de comunicación de lo que percibimos y sentimos para el Yo superior por medio del cuerpo de deseos (el cual normalmente crea un sentimiento, deseo o emoción) y de la mente (la que, normalmente, emite un pensamiento como respuesta) Pero, además, también es el medio por el cual ese Yo superior impresiona el cerebro a través de la voluntad en su intento de dirigir su destino.
Es muy fácil que alguien se pregunte ¿Si es el doble del cuerpo físico, qué ocurre cuando se le amputa un miembro a una persona? Pues por no poner muchos ejemplos diré que se ha comprobado que, en muchos casos, la persona se quejaba de dolores o picores en ese miembro amputado ¿por qué? Pues porque este doble etérico tarda en descomponerse un tiempo y, mientras tanto y dependiendo de lo que hagan con la parte amputada, puede ocurrir ambas cosas. Otro caso, como ejemplo, aunque hoy su práctica ya no es tan común, es cuando un espíritu extrae en gran parte este cuerpo etérico de una persona que hace de médium, en esos casos el cuerpo físico queda aletargado, muy débil por la falta de vitalidad, los ojos se quedan sin expresión y la mente casi inactiva. Este es también el “aliento de vida” que Dios insufló en la nariz de Adán para darle vida, es decir “ Nephes”, es el “prana” de los hindúes, la vitalidad que especializa el Ego para mantener el cuerpo vivo y activo; es el éter que circula por el sistema nervioso y mantiene activas las neuronas, el que nos hace sentir dolor o placer a través de la envoltura física.
En un párrafo anterior he mencionado el aura como el cuerpo etérico, en realidad, esos centímetros que algunas personas pueden ver alrededor del cuerpo físico no es un aura sino el cuerpo etérico que sobresale un poco del físico. Normalmente se ve luminoso y con un color mezcla de violeta claro y rosa. Los animales lo ven y le siguen el rastro como ocurre con los perros policías; los niños también le pueden ver como ven a otros seres en sus primeros años y hasta que pierden la conciencia de los mundos de donde vienen y donde estamos entre un renacimiento y otro. Puede variar en su tamaño y color temporalmente según el estado de vitalidad o salud y según las impresiones que le afecten del exterior; los verdaderos clarividentes le pueden ver con sus centros o chacras multicolores y las energías que circulan por él a modo de un sistema nervioso.
Hemos dicho que el Alma maneja el cuerpo físico por medio del cuerpo mental cuya manifestación es la mente concreta y sus pensamientos, por medio del cuerpo de deseos que es el incentivo para la acción, y por medio del cuerpo etérico que es el que da vida a todo el organismo y que facilita al Alma la expresión del cuerpo de deseos (sentimientos, emociones, etc.) y de la mente haciendo que los pensamientos lleguen al cerebro. Pero, además de la reacción que el cuerpo pueda tener y comunicar al cerebro por medio del sistema nervioso, también los sentidos cumplen esa unión para que el Alma sea consciente de todo lo que le rodea y afecte y para que pueda ponerse en contacto con el medio ambiente que rodea su cuerpo físico. De hecho, toda la evolución adquirida, principalmente, desde nuestros primeros tiempos como humanidad, ha sido gracias a los sentidos porque, sin ellos, no seríamos conscientes de las experiencias, no podríamos haber investigado en este mundo físico, y no desarrollaríamos la conciencia aquí y después de la muerte del cuerpo físico. Entre las muchas ventajas que facilitan los sentidos del hombre al Yo superior, están los de poder discernir entre lo que es real y lo que no y la de poder investigar y transformar este mundo para adaptarlo a sus necesidades de progreso.
El ser humano es creador por medio de sus ideas y pensamientos en base a los cuales maneja y transforma la materia física. Cuando a alguien se le ocurre algo está creando una idea en la región superior del Mundo del Pensamiento, después lo ampliará y razonará hasta el grado que quiera en la región concreta de este mismo Mundo, y después lo acompañará con el sentimiento adecuado en el Mundo del Deseo. Ese es el proceso normal, es decir, cómo el Ego influye en sus cuerpos para manifestarse en su cuerpo físico a través del cerebro y del sistema nervioso.
Todos los mundos se dividen en subplanos y en cada plano hay infinidad de seres de muy diversos grados de conciencia y otros que ni tienen conciencia como individualidad. Cuando una persona crea un pensamiento en la región concreta de este mundo, en realidad es una vibración o sonido al cual se une la materia correspondiente del mundo del deseo en forma de sentimiento, deseo o emoción. Pero dependiendo de si su naturaleza es buena o mala, así acudirá un elemental semiinteligente o subhumano atraído para habitarle como vehículo en su desarrollo. Como es lógico, nosotros no estamos evolucionando solos ni en el planeta ni este mundo físico, hay infinidad de seres más evolucionados que nosotros y también otros muchos menos por debajo de nosotros. Bien, los elementales son formas de vida no individualizadas que están evolucionando utilizando como vehículos (cuerpos) nuestras emociones, sentimientos y pensamientos entre otros.
Según haya sido la voluntad y la concentración que una persona haya puesto a la hora de crear un pensamiento, así será la duración que tenga pero, por lo general, cumple su misión y después vuelve a su creador. Pero cuando decimos “vuelve” nos estamos refiriendo a que el elemental le ha utilizado como vehículo para cumplir una misión que puede ser buena o mala según las intenciones del pensador. Lo mismo que nosotros evolucionamos gracias a nuestros cuerpos y al mundo físico y los espíritus de la naturaleza gracias a la materia etérica con la que hacen los moldes de la materia física, también los elementales lo hacen por medio de los pensamientos y la materia de ese mundo.
De esta forma podemos comprobar que el ser humano es un sembrador que va dejando muestras de su propia personalidad y sembrando el espacio de elementos que pueden beneficiar o perjudicar a la humanidad. Estos elementales reaccionan y se fortalecen con cualquier otra forma de pensamiento que esté en su misma vibración, por eso, nuestro deber es pensar con las mejores intenciones de ayudar y siempre de forma que no hagamos daño a los demás.
Todas las formas de pensamiento están animadas por una entidad de diferente grado, ya que éstas forman los vehículos individuales dentro de estos mundos vivificando principalmente los sentidos del cuerpo de deseos. Son las entidades del cambio porque transforman las vibraciones en sensaciones. Son de muy diferente grado y están en todos los cuerpos que son capaces de sentir.

¿CÓMO CONECTAN E INFLUYEN ESTAS ENTIDADES EN NOSOTROS? Lo mismo que nosotros cogemos materia de los mundos para formar nuestros vehículos, ellos utilizan la materia de nuestros cuerpos invisibles para evolucionar. El hombre se pone en contacto con estos elementales por medio del cuerpo de deseos, y gracias a estos elementales contacta con los objetos que hay a su alrededor. Contactamos por medio de la voluntad, las emociones y los deseos que emitimos.
Nuestro cuerpo de deseos es el aparato que transforma las vibraciones que vienen del exterior en sensaciones y descompone las sensaciones, sentimientos u emociones que surgen de dentro en vibraciones que irradiamos hacia fuera.

¿CÓMO DE DESARROLLA UN PENSAMIENTO? Como sabemos, el Ego actúa en la región abstracta del Mundo del Pensamiento, por lo tanto, la forma de pensamiento tiene su origen en la idea original. También se crean pensamientos forma directamente de la región concreta del Mundo del Pensamiento puesto que normalmente pensamos de acuerdo a patrones y hábitos. Estas formas de pensamientos están compuestas de partículas de materia mental de esa región y producen vibraciones a su alrededor, éstas a su vez, producen sensaciones de sonidos y colores en cualquier entidad que esté en sintonía.
Estas formas de pensamiento actúan en todas direcciones como un color-sonido y atraen hacia sí misma al elemental que corresponde a aquel color, la entidad que lo habite será su alma independiente. El hombre está hablando constantemente en un lenguaje de colores atrayendo a un sinfín de elementales buenos o malos, portadores de dicha o desgracia.

VIDA Y ACTIVIDAD DE UNA FORMA DE PENSAMIENTO: La vida de una forma de pensamiento animada depende de la intensidad de energía o concentración mental que le haya dado su progenitor y luego del alimento que se le dé con la repetición de su creador o de cualquier persona. Pero cuando es objeto de una concentrada repetición con la intención de que ese pensamiento llegue a alguien adquiere una gran estabilidad, y como estas formas se atraen y fortalecen mutuamente, pueden ser de gran utilidad para cualquier persona de muy diferentes maneras.
Estas formas de pensamiento están unidas a su creador por medio de un lazo magnético y por medio de éste y la repetición de un mismo pensamiento u oración, se puede adquirir un hábito de pensamiento benefactor para la persona y el medio ambiente donde se haga.
Estas formas de pensamiento pueden ser dirigidas hacia otras personas, y cuando los buenos deseos y oraciones o pensamientos fraternales llegan a otro, forman un grupo protector que les defiende de las malas influencias del medio donde se encuentre y de sus enemigos.

LOS PENSAMIENTOS DE LOS DEMÁS NOS AFECTAN: Además de crear y proyectar formas de pensamiento, también somos como un imán para atraer las de otros siempre que estén en sintonía con nuestra aura y sus vibraciones, es decir, podemos atraer grandes refuerzos de energía del exterior sean buenos o malos.
Algunas veces actuamos de manera increíble preguntándonos después como hemos sido capaces de hacer determinada obra y otras hacemos cosas tan malas que pensamos que nos ha tentado el demonio. Los elementales del exterior se unen a los elementales del cuerpo de deseos y a los de la mente y así actúan en nosotros, pero si no encuentran entidades de la misma clase serán rechazados por el aura; aún así hay que tener claro que una fuerte influencia del exterior en un momento de débil voluntad puede ser la gota que colma el vaso para actuar de una manera fuera de lo común.

¿HASTA DÓNDE LLEGAN? A una escala mayor de familia o país, estas formas de pensamiento que se atraen llegan a formar una gran fuerza o entidad colectiva (espíritu de familia, país, localidad, etc.) y a través de esa atmósfera astral vemos todo y nuestra respuesta afecta a todos los cuerpos de deseos de los demás miembros. Una ejemplo claro son los espíritus de la patria pero, como otros muchos, en los países modernos y democráticos ya no tienen tanta fortaleza e influencia sobre los habitantes.
Esta gran fuerza puede incluso limitar la actividad de un individuo porque cuando tenga una idea la tendrá a través de esa atmósfera que le rodea. Si una fuerza así, sigue creciendo y es cada vez más negativa, puede llegar a afectar a la naturaleza.

¿CÓMO SE UNEN AL EGO ESTAS FORMAS MENTALES? La imagen mental que resulta de la idea original creada por el Ego en la región del pensamiento abstracto, queda grabada y unida a su creador como una parte de su conciencia.
Esta imagen la lleva consigo durante la vida y después de la muerte hasta que, en su ascenso y después de extraer la quintaesencia de la vida pasada, no pueda resistir las vibraciones de la atmósfera y la deje atrás temporalmente sin perder la conexión hasta la vuelta hacia un nuevo renacimiento. Estas imágenes evolucionan según las leyes, causan un beneficio indirectamente en los mundos, y la agregación de imágenes y la repetición constituye el carácter.

¿CÓMO ACTÚA LA IMAGEN MENTAL? Aunque el Ego es su creador, ésta puede ser puesta en actividad por diferentes impulsos (buenos, malos o puramente mentales) pero siempre será el resultado del poder creador de la mente del cual depende el karma, y sin esta imagen no habrá karma que úna una vida con otra. Por eso los otros reinos no crean karma.
El Ego crea la idea y el sonido construye la forma con materia mental de la región concreta del Mundo del Pensamiento (como Dios creando su mundo) El hombre va poblando el espacio con sus pensamientos, vibraciones y su propio mundo. Las vibraciones de la imagen mental quedan impresas en la memoria de la naturaleza, pero en general, se sirve del hilo que va formando el Ego por medio de las imágenes mentales para formar su futuro destino kármico. Lo mismo que hay algo similar a un hilo donde se unen y se relacionan todas las vidas, también hay algo parecido donde unen y relacionan las creaciones de cada personalidad.

¿CÓMO SE FORMA EL KARMA? El hombre crea innumerables imágenes mentales en la vida, unas fuertes y reforzadas por más impulsos y otras débiles y vagas, pero a la hora de la muerte se encuentra con ellas. Todas sus imágenes con sus correspondientes efectos están grabadas como semillas que tendrán que dar sus frutos, sin importar si los pensamientos sólo han durado unos momentos o han muerto hace mucho tiempo.
Así estarán en el Mundo del Deseo donde las imágenes se repetirán en el purgatorio hasta que por medio del sufrimiento valla despojándose de ellas y elevándose hacia planos superiores (esto ocurre mientras las imágenes mentales unidas a la materia de deseos le dominan). Esta persona se verá atraída después de la muerte hacia los lugares donde le lleven sus deseos y donde tengan su origen las imágenes grabadas.
Según se eleva la personalidad hacia el cielo se va limpiando de materia de deseos grosera. Estas ideas van quedando latentes en la conciencia y en esos mismos planos hasta que en su próxima vida encuentren su papel. La persona sigue despojándose de los vehículos inferiores que se van destruyendo progresivamente según pasan los años, así queda el Ego limpio y desnudo cuando llega al Tercer Cielo.
A la vuelta hacia el renacimiento, las imágenes mentales latentes despiertan y atraen la materia de las diferentes subdivisiones que se convertirán en las tendencias hacia los deseos, sentimientos y emociones del futuro cuerpo de deseos.
Así mismo, en el Primer Cielo recogemos todo lo positivo que será el material de nuestro futuro vehículo. El crecimiento de una vida depende del número y variedad de imágenes mentales, porque el cielo convierte estas imágenes en capacidades y esto hace que el Ego renazca con mayor poder de desarrollo.

¿QUÉ OCURRE CON NUESTROS DESEOS, ASPIRACIONES, ETC.?De una forma general suele ocurrir que:
Las aspiraciones de progresar en la vida y el deseo mismo de vivirla se convierten en facultades personales y posibilidades de desarrollo en la siguiente.
La voluntad de trabajar y actuar se convierte en capacidades o habilidades para la ejecución en la siguiente vida.
Los pensamientos comunes repetidos y que no tienen carácter de aspiración ni anhelo, se convierten en tendencias de pensamiento que, a la larga, se convertirán en hábitos.
Las aspiraciones y deseos de hacer cosas elevadas pero que no han tenido la oportunidad de desarrollarse en el mundo físico, dan lugar a formas de pensamiento que después serán ejecutadas a la menor oportunidad que se presente.
El deseo intenso de obrar en cierta dirección en una vida se presentará como impulso en la siguiente.
Por otro lado, hay que saber que la repetición de un acto hace que éste se haga automático, esto mismo ocurre en los otros mundos, resultando a veces que se hacen cosas que no se desean. Por ejemplo: el toxicómano que necesita dinero y piensa persistentemente en robar, al final es fácil que termine haciéndolo. Esto ocurre porque hemos agotado la libertad de escoger y siempre hemos escogido la misma idea una y otra vez.

RESULTADO DE ESTE PROCESO: Después de trabajar y meditar el Ego en todas las experiencias acumuladas, relacionándolas entre sí, y viendo el valor que tienen, extrae las lecciones que encierran. De esta forma adquiere sabiduría y vuelve a la Tierra con el resultado de las experiencias pasadas y listo para crear nuevas ideas y causas.
Así pues, tenemos que los principios de la Ley del Karma actúan sobre las formas mentales de la siguiente manera:
*Las aspiraciones y deseos elevados se convierten en posibilidades para la ejecución de sus proyectos.
*Los pensamientos repetidos o hábitos de pensamiento se harán tendencias (buenas o malas según sean).
*La voluntad de actuar y de construir se convertirán en medios para futuras acciones.
*La quintaesencia de las experiencias se convierten en sabiduría.
*Las experiencias dolorosas en conciencia.

DE VUELTA A LA TIERRA: El Ego desciende desde el Mundo del Pensamiento hasta el Mundo del Deseo donde forma su cuerpo de deseos como primer resultado del karma extinguido. Entonces las imágenes que habían quedado latentes en la conciencia a su ascenso y paso por el purgatorio, son exteriorizadas y atraen el material que corresponde a su naturaleza según su vibración, siendo estos los futuros elementos que formen la base del futuro cuerpo de deseos y que se manifestarán como deseos, emociones y sentimientos.
Una vez hecho esto, recibirá el molde del cuerpo vital de manos de los Ángeles del Destino, construido también con arreglo a los elementos proporcionados por el Ego y de acuerdo con la naturaleza y duración del arquetipo que se formó en el Mundo del Pensamiento antes de comenzar a descender; a este molde se adaptará el cuerpo físico según se vaya formando en el vientre de la madre y según vaya creciendo.
Estas poderosas inteligencias espirituales están relacionadas con el karma de los hombres y los nacimientos de los niños, son los registradores del karma y los que dan el molde del cuerpo vital adaptado a la expresión de sus facultades mentales y pasionales.
Cuando estos Ángeles forman el molde del cuerpo vital, escogen los elementos adecuados para su construcción dependiendo de las cualidades que haya de manifestarse; así el cuerpo vital se convierte en un instrumento kármico que será el fundamento para las facultades y limitaciones del Ego.
Este cuerpo vital es llevado a la raza, país, familia y condiciones sociales más convenientes para la extinción de su karma.

ACTUACIONES QUE DETERMINAN EL MEDIO DE VIDA:
*El que se haya esforzado por servir en unas condiciones normales de vida, tendrá mayores medios para hacerlo en la futura vida.
*El que haya servido mucho en una esfera limitada, nacerá con una buena posición para auxiliar a otros más a menudo.
*Las oportunidades que se tienen en el destino y que no se aprovechan serán limitaciones y desdichas en la próxima vida.
*Los medios no aprovechados se transformarán en aspiraciones frustradas.
*Las violaciones de la Ley y los daños causados a otros, traen un cuerpo vital defectuoso que causará defectos congénitos y limitaciones del cuerpo físico.
*Los servicios en forma de escritos e ideas escritas o habladas suelen favorecer el desarrollo espiritual y mental.
*Una persona que regala algo para el disfrute del prójimo, obtendrá un medio de vida confortable, pero el disfrute que haga de esa “recompensa” dependerá del individuo.
El Ego suministra los materiales del karma y estos son empleados por los Señores del Destino, el Ego forma el carácter y los Ángeles forman el cuerpo y la esfera de acción.

COMO CONSTRUIMOS NUESTRA PROPIA PRISIÓN: El ser humano tiene limitaciones y defectos (como por ejemplo una mente débil que cede ante las pasiones y tentaciones) es ignorante, está limitado en sus habilidades y no puede evitar ciertas penalidades entre otras cosas. Está limitado por sus acciones y forma de pensar en su vida pasada, sin embargo, el Ego, aún dentro de esa prisión que él mismo se ha creado, tiene un libre albedrío y una voluntad para crear un futuro mejor y más libre por medio de intentar hacer las cosas bien y así vencer sus debilidades y fortalecerse en lo espiritual.
Por consiguiente, él es el carcelero de su prisión y, aún dentro, puede derribar los muros que construyó en el pasado. Si sufre una injusticia por su mal pensar en el pasado la debe sufrir con paciencia y intentar ser creador de sentimientos y pensamientos nuevos y elevados, así la ley que encadena y que es considerada muy dura, se convierte en alas para liberarse de sus propias ataduras y para elevarse en su desarrollo espiritual.

MIRANDO AL FUTURO: Cuando conocemos las leyes divinas y las comprendemos y llevamos a la práctica, tenemos la obligación de comenzar a cambiar nuestro carácter para aumentar la fuerza de voluntad y las facultades mentales, morales y espirituales; sabiendo que en lo que pensamos nos convertimos, debemos trabajar sobre ideales elevados y pensando en el efecto futuro de nuestras nuevas causas.
A diario, debemos (sin prisa pero sin pausa) meditar y vivir con persistencia los ideales espirituales para construir un buen cimiento. Conociendo la Ley, superaremos los obstáculos y aprovecharemos las experiencias.

CONSTRUCCIÓN DEL DESTINO: Cuando el hombre llega a adquirir este conocimiento oculto y cómo trabajan las leyes divinas sabe que, además de formar su carácter, también puede construir su destino momento a momento en la presente vida.
Si a uno le mandan un mal pensamiento, él puede responder con uno bueno evitando que se fortalezcan en su unión y que causen un mal mayor a otros; a la vez serán neutralizados y destruidos; (la compasión destruye al odio)
La persona que conoce la Ley crea pensamientos de pureza, de amor y devoción para destruir el mal. Los pensamientos elevados dirigidos con fuerza vencerán a los que otra mucha gente crea ignorantemente a diario y que causan mal allá donde estén.

DEBEMOS MIRAR EL PASADO Y HACIA EL FUTURO: Además de formar el carácter y obrar con buena voluntad sobre las formas de pensamiento que constantemente estamos creando, el hombre puede empezar a comprender los hechos de su pasado y programar los hechos de su futuro; por estos medios puede cambiar el porvenir.
Debemos introducir nuevas y poderosas fuerzas espirituales para contrarrestar las negativas que nos vienen del pasado y así hacer que tomen una nueva dirección. No podemos quitarnos el pasado, pero sí podemos modificarlo o neutralizarlo introduciendo causas nuevas y deseos y aspiraciones nobles.

¿CÓMO CESA EL KARMA? Sabiendo que la base del karma es el pensamiento unido a los deseos y sentimientos, podemos decir que el karma nos ata a la rueda de renacimientos porque la humanidad necesita pensar y sentir. La Ley Kármica que sujeta a la humanidad no está en la acción, sino en el deseo o apego al fruto de la acción. El Ego desea y la naturaleza responde otorgando, cada causa en pensamiento, palabra y obra tiene un efecto y, el deseo es el hilo que une la causa con el efecto.
La solución está en hacer las cosas como deber o incluso como si fueran para Dios y sin ningún apego o interés por el resultado, así actuamos en armonía con las Leyes divinas operando como una fuerza que trabaja de acuerdo con la Voluntad de Dios.
Así, todas las actuaciones tienen un carácter de sacrificio y perfecta obediencia a la Ley, por tanto, “La acción se ejecuta como deber y el fruto se dona como obsequio a la humanidad”.
La persona que ha alcanzado el estado de inanición en la acción, ha alcanzado el secreto de hacer cesar el karma.

DISCERNIMIENTO EN NUESTRAS ACCIONES: No se trata de matar el sentimiento que viene del corazón, ni matar el deseo haciéndonos piedras insensibles, sino al contrario, nos perfeccionamos respondiendo a todo, precisamente porque nada deseamos, sino que lo damos a los demás. Nuestra única misión es romper las cadenas para ser útiles a los demás dándoles todo sin esperar nada a cambio.
En principio somos atraídos por los deseos para gozar, luego por los deseos más elevados y espirituales. Ningún deseo puede retener a los Maestros y sin embargo, ellos renacen por un impulso divino interno para ayudar a la humanidad a elevarse.
RESUMEN: La humanidad puede liberase de la esclavitud y acelerar su evolución por medio del conocimiento, convirtiéndose así en ayudantes para la salvación del mundo.
El conocimiento de la Ley nos da serenidad, sobre todo cuando sabemos que todo lo que nos ocurre es por nuestra propia causa.
Así debemos hacer frente al karma doloroso con un corazón alegre sabiendo que hay que agotar el karma y que lo que hemos pasado, ya no volverá a pasar. Es muy útil para nuestro desarrollo hacernos uno con la Ley del Karma en cada minuto que pasa, porque nos hacemos fuertes, serenos y dichosos.
Debemos intentar que nuestros pensamientos sean siempre vehículos de elementales espirituales que por donde vallan causen el bien.

RECORDAD QUE:
*Nuestro cuerpo de deseos es el complemento de los pensamientos y según sea el pensamiento así será el sentimiento o deseo.
*Según la naturaleza y la fuerza que pongamos en el pensamiento, así puede alcanzar su objetivo o no, para bien o para mal.
*Si pensamos en positivo siempre tendremos un escudo protector contra el mal.
*Que los pensamientos se unen y fortalecen y son atraídos por otros.
*Que vamos poblando la atmósfera con nuestros pensamientos y deseos.
*Que en lo que pensamos en eso nos convertimos.
*Que estamos creando nuestra futura vida, nuestros cuerpos y nuestras tendencias.
*Que podemos cambiar nuestra vida haciendo frente a nuestro destino por medio de pensamientos espirituales y deseos elevados.
*Que nosotros creamos nuestra prisión por medio de la repetición de lo negativo.
*Que el karma cesa cuando actuamos como instrumentos de Dios y de acuerdo con Su voluntad, actuamos sin apego ni deseo, sino como un deber.

AXIOMA
Sólo nuestras propias obras pueden estorbarnos, sólo nuestra propia voluntad puede encadenarnos. La naturaleza no puede esclavizar al Ego que ha obtenido el poder por medio de la sabiduría y emplea ambos por medio del Amor”.

Francisco Nieto

2 comentarios:

Purificación dijo...

Muy interesante este blog D. Francisco. Promete ser fundamental para muchos de nosotros que andamos buscando "calidad".
Gracias.

Francisco Nieto Vidal dijo...

Muchas gracias Puri, solo necesito tiempo y personas que busquen esa "calidad" aunque sea de un estudiante como yo, de lo demás ya me encargo yo y, espero, que también nuestros hermanos de arriba.
Fraternalmente, Francisco Nieto