sábado, 13 de marzo de 2010

AMOR U ORACIÓN


(Artículo escrito y leído por mí mismo en el Centro Rosacruz de Madrid en 1987)

Quizás la palabra más difícil de definir sea AMOR y sin embargo meditando sobre ella se llega a sentir porque lo tenemos constantemente dentro de nosotros mismos aunque no lo manifestamos como deberíamos. Desde que estoy en el sendero del ocultismo me doy cada día más cuenta de que es un camino recto hacia el amor y hacia Dios porque después de satisfacer la mente se satisface el corazón, me doy cuenta de que simplemente con la repetición de estas enseñanzas sobre el cuerpo vital forman un hábito y éste un carácter
¿Qué carácter podemos formar con las enseñanzas rosacruces? de amor, pero no sólo podemos sacarlo de nuestro interior sino de todas partes porque, decimos en El Servicio del Templo de nuestra Fraternidad “Dios es amor, si estamos en Amor estamos en Dios y Dios en nosotros”. ¿Qué es estar en amor? Es pureza de conciencia, de vida y de corazón; es estar constantemente con el pensamiento en Dios, con una fuerte voluntad y sintiéndole con nosotros. Es difícil conseguir esto pero sabemos que el fracasado es el que no lo intenta una y otra vez. Decimos, “El amor es inagotable”, lo que significa que el amor no tiene límites ni en Dios ni en nosotros que somos sus hijos, podemos estar dando amor constantemente, Francisco de Asís lo practicaba así con toda la naturaleza, y Santa Teresa decía que Dios se encuentra incluso entre las cacerolas, es decir, se puede estar con Dios o dando amor en cualquier parte y hagamos lo que hagamos.
Una vez meditando sobre esto me puse a imaginar y me di cuenta de que desde el dar la mano a alguien, escribir una carta pero con sentimiento para que llegue al destinatario, al hablar con las personas, trabajando y cualquier otra cosa que hagamos en el mundo como crear formas de pensamiento de bondad, humildad, etc. que siempre llegan a despertar esos sentimientos en los demás, lo podemos hacer con amor. Así que el amor es inagotable y en nosotros tenemos una fuente de amor que no sabemos dónde ni cómo gastarlo.
No acaba aquí el amor u oración, hay, y siempre ha habido, oraciones como ayuda para el desarrollo del hombre y, por supuesto, esa ayuda dependerá del sentimiento que se ponga en ella ¿Qué oración deberíamos practicar, la de pedir? No, dentro de lo posible, porque ni los maestros usan sus poderes para ayudarse ellos mismos. Podemos pedir ayuda, pero ¿no es mejor conformarnos con nuestro destino que anteriormente hemos creado, elevarnos por el amor, y pedir solamente amor y medios para poder servir y ser útil en el Plan de Dios? Pienso que sí, Cristo-Jesús dijo: “Buscad el reino de Dios y todo lo demás e os dará por añadidura”. Tenemos oraciones maravillosas como son la Oración Rosacruz o la de San Francisco de Asís, donde pedimos ser instrumentos de paz y de servicio en la tierra, y otras muchas más, pero ¿Qué son las oraciones sino un medio de estar en contacto directo con Dios? y ¿Qué es esto sino amor? Por medio de la oración constante estamos unidos a Dios por amor, todos los santos han practicado esto desde siempre, sentirse envueltos de la Luz de Dios, sentir a Cristo como guía en su sendero, hacer todo lo que hagamos con amor.
La oración es estar atentos a las cosas de Dios, con un sentimiento amoroso a Dios y al prójimo, es acortar el camino entre nosotros y Él, es unirnos íntimamente a Él y Él a nosotros, es agradecer, es amar, es avivar la llama del amor en nuestro interior para que haya una unión perfecta. La oración nos lleva a Dios y Dios nos llena de amor para ser perfectos instrumentos aquí en la tierra.
Así vemos como por medio de la oración constante y el conocimiento de las enseñanzas ocultas tenemos la gran oportunidad de adelantar en el sendero. Hemos tenido un pequeño vislumbre de la Luz (cosa que otros no) Dejemos que nos alumbre, y junto con la voluntad y el sacrificio, esforcémonos por ser verdaderos sirvientes de Dios, fieles cooperadores de Cristo para ayudarle y liberarle de todos los sufrimientos que le causamos día a día. Hemos vista la cima de la montaña aún muy lejana y sabemos que el camino es muy duro y con muchos impedimentos que nos harán caer, pero esas caídas nos fortalecerán para llegar a esa meta, una vez allí y incluso desde ahora mismo, podemos ayudar a nuestros hermanos que no han visto ni esa pequeña Luz que hemos visto nosotros.
Podremos ser guías de nuestros hermanos y ayudarlos a cargar su cruz pero ahora debemos cargar con la nuestra hasta hacernos libres y fieles discípulos de Cristo. Cristo dijo que llegaríamos a ser como Él y mayores aún, comencémos a imitarle porque Cristo siempre estaba en oración y oración es amor y amor de Dios, y si estamos en Dios, Dios está en nosotros.

Francisco Nieto

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