lunes, 19 de noviembre de 2012

HERCULES EL HIJO DE DIOS ENCARNADO (I)



HERCULES, EL HIJO DE DIOS ENCARNADO


(Artículo basado en la película de Walt Disney y escrito cuando se estrenó la película)


Significado de Heracles: “Preciosa gloria de Hera”, o “Brillo y esplendor del Alma”


Hércules fue preparado y entrenado para enfrentarse a doce trabajos relacionados con los signos astrológicos y con la propia evolución de la humanidad, sus hermanos los dioses le ayudaron dándole los medios necesarios para que venciera las pruebas (las jerarquías superiores que ayudan a la humanidad a evolucionar y obtener la perfección) Hércules, por tanto, representa a la humanidad.


Los doce trabajos son los que le ayudarán a obtener el razonamiento, a desarrollar la voluntad, a dominar su cuerpo de deseos y a perfeccionar su carácter para encontrar el sendero de perfección y de Cristo. Desde el comienzo y con el poder de Aries, pasando por la Iniciación que representa Capricornio, hasta dar su vida por los demás en Piscis, estos son los conceptos que representan los 12 signos del zodíaco:

Aries: Yo soy

Tauro: Yo tengo

Géminis: Yo pienso

Cáncer: Yo siento

Leo: Yo creo

Virgo: Yo sirvo

Libra: Yo me identifico con los demás

Escorpio: Yo investigo lo oculto y me regenero

Sagitario: Yo me elevo a través de mis ideales

Capricornio: Yo me debo a la humanidad

Acuario: Yo me uno fraternalmente a los demás

Piscis: Yo me sacrifico por mis hermanos/as


Según la filosofía oculta, la astrología esotérica y algunas religiones y culturas del mundo, el verdadero ser humano es un Espíritu que está evolucionando en la tierra a través de dos principales leyes, éstas son: Renacimiento y Consecuencia.


Dicen estas enseñanzas que Dios nos diferenció de Él y nos separó para que la experiencia de la vida fuera nuestra mejor escuela. En ella adquirimos la voluntad y la mente, en ella hemos pasado de un estado prehistorico al actual con todos sus adelantos, y en ella continuaremos hasta transformar todas las posibilidades latentes del Espíritu en poderes dinámicos individuales.

Tenemos cuatro cuerpos (físico, etérico, de deseos o astral y mental) de los cuales nos servimos para adquirir experiencia en cada renacimiento y de los cuales extraemos el beneficio de dichas experiencias después de su desintegración. El fruto de esas experiencias en cada vida se va acumulando para transformarse en Almas por medio de los diferentes poderes del Espíritu puro, por tanto, tenemos que extraer el alma de los cuerpos:


El Espíritu Divino extrae el Alma consciente del cuerpo físico.

El Espíritu de Vida extrae el Alma intelectual del cuerpo vital.

El Espíritu Humano extrae el Alma emocional del cuerpo de deseos.

El cuerpo mental es el intermediario entre el Espíritu y la personalidad formada por los cuerpos


Como hijos de Dios tenemos los mismos poderes que Él, pero debemos desarrollarlos y para ello pasamos por una gran cantidad de inimaginables experiencias en cada reencarnación haciéndonos así discípulos de la vida misma. Cristo dijo: “Las obras que yo hago haréis y mayores aún”, refiriéndose a que somos dioses en formación.


El mito de Hércules representa el descenso del hijo de Dios a la Tierra; el desarrollo y poderes adquiridos; el trabajo para poder volver junto a Su Padre y la victoria del bien sobre el mal. Así mismo, la humanidad dejó los mundos espirituales para hacer una peregrinación en la Tierra hasta desarrollar los poderes que le abran la puerta del cielo y así poder estar junto a su Padre.


En los primeros tiempos la humanidad era como un niño, no tenía los sentidos desarrollados como hoy, no tenía tampoco el razonamiento actual y por último, apenas había desarrollado el poder de la voluntad, por consiguiente, estaba casi a merced de los elementos y las circunstancias como cuando abandonan a un niño. Sin embargo y a nivel de conciencia (casi de la misma forma que los animales actuales) la humanidad se encontraba en el “paraíso” porque no era consciente como lo es ahora, es decir, no era responsable como lo somos ahora ante las leyes terrenales ni tampoco ante las de Dios.


Cada uno de nosotros es un hércules en embrión y a través de la experiencia y de las pruebas del destino nos haremos fuertes como el mito, pero la fortaleza no será física sino espiritual, porque el fin de hércules es estar en el cielo junto a su Padre y trabajar desde allí sobre la tierra ayudando a los que aún siguen en ella. Es decir, ayudar a nuestros hermanos/as como lo hacen las jerarquías que van por delante nuestra (en la escala evolutiva de la obra de Dios) sobre nosotros.


La fortaleza física representa el cuerpo físico que necesitamos para evolucionar en este mundo, pero el verdadero Ser (también llamado Yo superior, Alma o Ego) está dentro y es el que en cada vida se fortalece con el fruto de la misma que recoge después de la muerte. Después de la muerte del cuerpo físico, los otros tres cuerpos, aunque más concretamente el cuerpo etérico, graba para llevarse la película de su vida pasada para después depositarla en el cuerpo de deseos. Es en este cuerpo donde hacemos la vida purgatorial según vamos “reviviendo” los hechos de la tierra, por consiguiente, sufrimos el mal que hicimos a los demás para así poder tomar nota como conciencia de lo que nos perjudica y lo que no deberíamos volver a hacer en la próxima vida.


La lucha interna en este estado de conciencia es muy fuerte, por un lado nos vemos atraídos por los deseos hacia lo terrenal, y por otro deseamos buscar algo superior y más elevado que en nuestro interior sabemos que existe y que necesitamos; el espíritu quiere manifestarse en la personalidad. En el cielo se recogen los frutos de nuestras buenas obras, (las que hicimos y las que nos hicieron) sentimos toda la felicidad, una vez olvidado todo el sufrimiento del purgatorio, y así estamos listos para pasar a otro mundo superior donde descansaremos y nos prepararemos para un nuevo nacimiento en un plazo de entre 700 y 1100 años según la evolución de cada Alma.


Al principio de la evolución como humanos vivimos en el deseo, caemos en lo material y solo deseamos alcanzar riquezas y ser más que los demás, pero con el desarrollo espiritual que se va alcanzando en cada vida, va ocurriendo todo lo contrario. Así continuamos peregrinando hasta que el mismo poder interno alcanzado nos dice que debemos estar dispuestos a dar la vida por las personas que amamos y que nos rodean.


El más grande y fuerte de los dioses era Hércules. Hércules representa al Yo superior pero se diferencia de los demás en que los demás no habían pasado las pruebas que pasó él, es decir, la humanidad o Hércules (como lo hizo Cristo en su gran sacrificio de amor) ha descendido hasta el mundo físico y las jerarquías superiores (los dioses) no lo han hecho. Dios es ayudado en Su Obra por otras jerarquías creadoras que se suelen considerar dioses en relación con nosotros porque ellos han evolucionado en otros esquemas y mundos donde no han necesitado tener cuerpo físico ni experiencias como las nuestras. Al igual que por debajo de nosotos hay otras futuras jerarquías que nosotros llamamos reinos de la naturaleza, también las hay por encima de nosotros; y lo mismo que esas jerarquías superiores nos ayudaron y nos ayudan, nosotros ayudamos y ayudaremos en un futuro a los reinos que nos siguen.


Dice que al principio el hombre vivía entre terremotos y catástrofes, esto es cuando el hombre aún se movía por instinto como los animales y reencarnaba muy a menudo. Esta es la Época Lemúrica, el comienzo de la peregrinación del hombre actual pero, al igual que Hércules, nos hemos ido enfrentando al destino, hemos adquirido poder espiritual y vamos venciendo al mal en nosotros para que se pueda manifestar el dios interno que todos llevamos dentro.

Francisco Nieto

domingo, 4 de noviembre de 2012

LOS PLANETAS RETRÓGRADOS EN EL HORÓSCOPO




MADRID, 1986

A la hora de interpretar un horóscopo no sólo se deben interpretar la posición de los planetas en casa, signo y aspectos que tengan sino que hay otros aspectos planetarios y del horóscopo que hay que interpretar para extraer más información y uno de ellos son los planetas retrógrados.

Cuando un planeta progresa está adquiriendo experiencias nuevas, cuando está retrogrado está asimilando experiencias pasadas, y cuando está estacionario –parado- el planeta muestra una quietud y compostura interna poco habituales.

Los planetas retrógrados con buenos aspectos representan tendencias o deseos positivos de otras vidas que no se llegaron a cumplir o desarrollar, por eso son fácilmente superables en esta. Los planetas retrógrados con malos aspectos son indicativos de persistentes errores o malas intenciones en lo que representan los planetas y la casa. En este caso urge meditar nuestra manera de actuar, de pensar, de responder, así como si nos interesamos más por nosotros mismos que por los demás, etc.

Cuando un planeta retrógrado no tiene aspectos o sólo tiene uno, hay que investigar detenidamente dónde estamos aprendiendo la lección porque su influencia puede ser muy sutil y no darnos cuenta de ello.

Cuando hay varios planetas retrógrados en la carta, sin embargo, se verá obligado a hacer la transformación interna necesaria, aprender dónde debe trabajar de diferente manera a como o hizo en la anterior vida. Cuantos más planetas retrógrados menos oportunidades de desarrollo material y de experiencias

Es de suponer que cuando el planeta deja de estar retrógrado, es porque ya se ha aprendido la lección pendiente, sin embargo, no se puede asegurar del todo, como tampoco se puede asegurar que después de la retrogradación la persona se exteriorizará repentinamente. Sí podemos asegurar que algunas lecciones espirituales se han aprendido y, por lo tanto, se deben llevar a la práctica.

Sabiendo esto, no se debe considerar la retrogradación como una cosa mala o una prisión donde no se puede hacer nada, sino que se debe interpretar como un curso acelerado que necesitamos para ponernos en el nivel que nos corresponde.

Los planetas retrógrados nos llevan a experimentar en unas condiciones previas de conciencia o en asuntos inconclusos originados en el inconsciente. La retrogradación activa las facetas más o menos ocultas de la personalidad, si se hace correctamente se adquirirá iluminación de conciencia pero si no, producirá pérdidas y equivocaciones.

Un planeta retrógrado implica un nuevo estudio del pasado, algo que necesita estudiarse con paciencia para asimilarlo perfectamente; algún principio fue experimentado a la ligera o fue mal aplicado y por eso debe ser regenerado para que pueda ser utilizado constructivamente.

Su actitud hacia el exterior suele ser más bien pasiva ya que se centran en el interior de la conciencia por eso los asuntos relacionados con el planeta se verán retrasados. La asimilación psicológica es más lenta para que sea completa y para que se adapte a los principios. Cuando se tiene 4 planetas retrógrados se tiende a vivir en lo subjetivo, a retirarse y expresarse en privado, la vida se verá de distinta forma.

Los planetas retrógrados pueden indicar cualidades personales internas por estar poco moldeado por lo externo, su verdadera naturaleza no se expresará hasta que haya asimilado la esencia de sus necesidades a través de la focalización subjetiva.

Estas personas suelen mostrar su personalidad en sus años maduros porque están fuera de onda en las situaciones sociales y no se ajustan a los comportamientos normales, si además hay malos aspectos, la persona se aísla y desconecta.

Cuando hay muchos planetas retrógrados y son bien trabajados hay gran desarrollo espiritual y mayor conciencia del yo superior, conectará mejor con el poder y sabiduría interna y vencerá más limitaciones de la personalidad; los planetas retrógrados buscan respuestas en su interior.

Un planeta retrógrado indica la necesidad de reorientar la energía del planeta hacia lo positivo de la casa para obtener una regeneración de conciencia y un desarrollo a través de nuevas experiencias. También puede indicar que esta persona utilizó egoístamente la energía de ese planeta, por lo tanto, está repitiendo curso pero concentrándose más.

Los planetas retrógrados indican los errores que cometimos en el pasado, errores que perjudicaron a nuestro desarrollo directamente y al de otras personas, errores que de una forma u otra, fueron contrarias a las Leyes Divinas que rigen el Universo. Esto significa que el Espíritu se comprometió antes de renacer a enmendarse en esta vida en sentido moral, mental y espiritual.

Un planeta retrógrado necesita una nueva expresión personal porque nos hace revivir el pasado para que tomemos conciencia de las malas actuaciones.

Si el Sol es objetivo y constructivo, los planetas retrógrados (se mueven en sentido contrario al Sol) se interiorizan y su acción es subjetiva y poco constructiva exteriormente, visto esto desde fuera, podríamos decir que mostrarán carencias y errores en su comportamiento.

Ejemplo: Si Júpiter está en Leo podemos asegurar un éxito en general gracias a las cualidades, ambición y aprovechamiento de las oportunidades, pero si Júpiter está retrógrado, no tendrá ambición ni sabrá aprovechar las oportunidades para obtener ese éxito, no sabrá mandar ni tendrá tanta suerte, o incluso se verá limitado. Sin embargo, aprenderá unas lecciones que le beneficiarán en otras ocasiones y le darán seguridad y confianza en sí mismo.

Esto sería el resultado de una mala acción en otra vida pero en esa misma casa, por consiguiente, una persona con este caso debería cambiar su manera de actuar sobre los asuntos de esa casa pero sacando los recursos de ella misma; debería orientar las cualidades del planeta y del signo hacia los asuntos de la casa para que el resultado sea el esperado.

Normalmente es el planeta el que indica la naturaleza de los errores cometidos, por consiguiente, es conveniente ver cuáles son sus defectos y después meditar sobre nuestra forma de entender la vida para ver si se corresponde con lo que somos interiormente. Por ejemplo, Saturno retrógrado: indica que cometimos graves irresponsabilidades, que no cumplimos con nuestros deberes según la posición social que tuvimos, que debemos desarrollar la concentración y ser más metódicos en lo que hacemos, etc.

Alguien se preguntará ¿Cómo podemos cambiar? Además del esfuerzo voluntario y consciente que sería lo natural, a veces, el cambio se produce por la fuerza. Cuando nace (por ejemplo) la persona con Saturno retrógrado en la casa 7, lo hace con las malas tendencias de la anterior vida, entonces tendrá problemas, limitaciones, impedimentos, etc. con el público, el matrimonio o con personas íntimamente unidas a ella. Esto le hará recapacitar tarde o temprano para que se dé cuenta de que esa línea de actividades y actitudes no son correctas; por lo tanto, se verá obligado a cambiar y a adaptarse a las exigencias normales del prójimo y de las leyes. Entonces es cuando se admitirá los errores, regenerará la conciencia y rectificará los aspectos negativos de la carta para que en la carta de la siguiente vida sean aspectos positivos y el planeta muestre sus cualidades naturales.

Esto también explica el porqué algunas personas chocan con otras que tienen un carácter similar, esos otros aprenderán lecciones de sus errores, pero el nativo con su planeta retrógrado es quien está recibiendo las lecciones más importantes a través de unas personas que actúan como él actuó en otra vida.

Marte en Capricornio y casa 12ª conjunto al Nodo Sur, indicaría el abuso de la persona en otra vida, se valió de su cargo y poder para aprovecharse de otros, impuso su individualidad sobre la libertad de los demás, etc., en este caso puede estar Saturno (regente de Capricornio) retrógrado por ser el regente kármico de Capricornio, pero si no lo está, es fácil que reciba malos aspectos. Siguiendo este mismo ejemplo, Marte retrógrado obligaría al nativo a interiorizarse para estudiar los problemas e impedimentos del destino y para sacar un provecho de las experiencias con los demás.

A la hora de buscar soluciones tendrá que ver en qué casa está el planeta retrógrado para cambiar la manera de actuar sobre sus asuntos, y habrá que analizar los buenos aspectos con otros planetas. Si Saturno está retrógrado en la casa 10ª, indicaría que esta persona tiene una falta de regeneración de conciencia respecto a los jefes en su trabajo y cualquier clase de persona que ejerza un cargo o autoridad en su profesión. Si no se pone a trabajar sobre su manera de pensar y afrontar esas situaciones así como sus reacciones, el problema puede hacerse más grande y afectarle seriamente en esta vida y en la próxima. En este caso sería conveniente preguntarse ¿Qué he hecho yo en otra vida para que no me gusten ciertas actitudes de la autoridad o de ciertos jefes?

Cuando un planeta está retrogrado sus principios se expresan en el interior del individuo como facetas profundas de su carácter, por lo tanto, adquiere cualidades más elevadas o abstractas, Ejemplo: Si un planeta comienza en 0 de Aries significa que comienza un nuevo ciclo de experiencias pero si se hace retrogrado significa que es urgente para él las experiencias con los principios de Piscis – casa 12ª - y Neptuno.

Mercurio retrógrado: La inteligencia se frena y se fija en el presente, tiene que hacer más esfuerzos para concentrarse y reflexionar. Venus: Refrena las emociones que condicionan al individuo, la persona puede dominar las emociones perfectamente. Marte: Hay restricción y limitación de la energía dinámica, debe tener tacto en su actitud. Júpiter: Tiende a la autosatisfacción y a la expansión sin control hasta ahogar la personalidad. Saturno: Persona lúcida y razonable, nada se le escapa. Urano: Inhibe la capacidad de decisión hacia la independencia de espíritu y su destino. Neptuno: La persona encuentra únicamente en sí mismo los recursos que necesita para transformarse profundamente. Plutón: Indica que la persona puede regenerarse apartándose del mundo y de los demás.

PLANETAS ESTACIONARIOS: “Es la concentración intensa en un área definida del horóscopo”, muestran un interés intenso en su acción (según la naturaleza del planeta); el individuo se vuelve muy fijo y no permite la adaptación haciéndose inflexible pero obtiene vigor y resistencia.

En un nacimiento puede haber Planetas estacionarios-retrógrados que inclinan a un estado subjetivo de interiorización para que la persona se concentre en el aspecto psicológico del planeta con creciente inquietud. Cuando son estacionarios-directos ya han asimilado sus impulsos a niveles profundos e introspectivos y están preparados para salir a su conciencia objetiva y trabajar con lo asimilado, por lo tanto, es más activo.

Cuando un planeta progresado retrógrado alcanza la fase estacionaria y está a punto de volverse directo, la persona vivirá un momento decisivo en su crecimiento interno, ese año marcará un cambio en la manera de enfocar la vida porque la preparación interna y asimilación ha terminado. Cuando un planeta progresado. Directo se hace retrógrado, el individuo sufre un cambio hacia dentro, se vuelve introspectivo desde lo que representa el planeta y puede enriquecerse en los principios del planeta, lo enterrado en la psique puede ser estudiado.


Francisco Nieto

jueves, 18 de octubre de 2012

INFLUENCIA DE LOS SIGNOS EN LAS RELACIONES PERSONALES (y III)




LAS TRIPLICIDADES

FUEGO: Los nativos de signo de Fuego o con mucha influencia de esta triplicidad son activos, entusiastas, con mucha confianza propia y gran vitalidad y energía; tienen poder creativo; son ardientes, ambiciosos, emprendedores y demostrativos. Sus aspiraciones son elevadas, les gusta dirigir y demuestran autoridad, viveza, excitabilidad, y a veces cólera.


ARIES: Energía individual. LEO: Energía creativa. SAGITARIO: Energía espiritual.

CUALIDADES: actividad, energía, combatividad, fe en sí mismo, generosidad, ambición, independencia, justicia y espontaneidad.

DEFECTOS: Exageración, despotismo, insubordinación, agresividad, imprevisión, parcialidad, orgullo y absolutismo.


TIERRA: Son prácticos, meticulosos, calculadores, firmes, perseverantes, metódicos, ahorrativos, serviciales y dignos de confianza; se ven atraídos por lo concreto y material; aman el orden, la precisión y dan mucha importancia a los detalles y a las cifras. Son trabajadores, pero son lentos y tienden a inquietarse o a desesperarse, y su temperamento es melancólico y nervioso.

TAURO: Base material. VIRGO: Base del trabajo y del servicio social. CAPRICORNIO: Base del éxito material.

CUALIDADES: Observación atenta, análisis concreto, perseverancia, tenacidad, paciencia, concentración objetiva y prudencia.

DEFECTOS: Fanatismo, exceso de rigor, egoísmo, materialismo, pesimismo, grosería y escepticismo.


AIRE: Son inteligentes, tienen gustos refinados y se expresan con soltura; viven con sus ideas y emplean su razonamiento para crear, organizar, clasificar y estudiar; tienen sed de conocimiento y se interesan por lo intelectual y la educación. Su temperamento es vital y mental.

GÉMINIS: Idea de expresión y comunicación. LIBRA: Idea de asociación. ACUARIO: Idea de propagación.

CUALIDADES: Delicadeza, adaptación, sutilidad, diplomacia, intuición, sentido artístico, talento inventivo y entusiasmo.
DEFECTOS: Inconstancia, versatilidad, apatía, sobreestimación y utopía.


AGUA: Son muy impresionables y viven en un mundo de sentimientos y emociones, dejándose llevar mucho por la imaginación y la superstición; les atrae lo romántico, misterioso, oculto, mediúmnico, y viven en el umbral de los mundos invisibles; son curiosos, caprichosos y muy sociables. Su temperamento es blando en apariencia pero su tenacidad les es muy útil para regenerar muchos de sus defectos.

CÁNCER: Origen de emociones fraternas. ESCORPIO: Origen de emociones sexuales. PISCIS: Origen de emociones altruistas.

CUALIDADES: sensibilidad, tacto, moderación, control, tendencia meditativa y buena memoria.

DEFECTOS: Inercia, pereza, sensualidad, propensión a lo fantástico y sugestión.


SIGNIFICADO DE OTRAS COMBINACIONES

CARDINAL - FIJO: Dinámico, emprendedor, voluntarioso, perseverante, con iniciativa sobre objetos definidos, sin embargo le faltará soltura, discernimiento y adaptabilidad.

CARDINAL – COMUN: Emprendedor, activo, flexible, hábil, listo pero falto de voluntad y perseverancia para conseguir sus fines, muy cambiante e inestable, disperso y demasiado cerebral y superficial.

FIJOS – COMUNES: Combinación armónica de habilidad y destreza; el oportunismo y la facultad de organización y método, y el sentimiento y la razón, están bien compartidos, pero carece de audacia iniciativa y espíritu emprendedor; no suele ser independiente, se conforma con adaptar y organizar lo que ya está iniciado.

FUEGO – AIRE: Acción, inteligencia y exteriorización de energías por el impulso del pensamiento; temperamento dinámico; naturaleza franca, directa, demostrativa y razonable; idealista y de sentido práctico pero sin perseverancia; no le afecta lo sentimental ni su entorno o circunstancias.

TIERRA – AGUA: Le afectan las contingencias materiales; sufre los acontecimientos; se conforma con las pruebas del destino; no tiene ambición, dinamismo ni reacción; depende de la voluntad de los demás más enérgicos e inteligentes. Su temperamento es melancólico, nervioso y triste; trabaja duro y no está contento con su suerte. Es propenso a vivir experiencias fatales, llevan una vida sin pena ni gloria.

FUEGO – TIERRA: Es activo, dinámico y práctico, sus actos son concretos e interesados por lo material; es trabajador, constructor, trabaja deprisa y con método y mira el aspecto práctico; es poco refinado y duro. Su ideal es la realización constructiva y no lo tangible.

FUEGO – AGUA: Exaltación de sentimientos y de emotividad; extremadamente cambiante e impulsivo; influenciado por sus sensaciones e instintos; carácter poco razonable; desordenado en sus actos; falta de reflexión, de lógica, de paciencia, de perseverancia, de sentido práctico. Sus actividades pueden ser a veces desbordantes y a veces pasivas.

AIRE – TIERRA: Su inteligencia, reflexión y sed de conocimientos le llevan al terreno práctico, a los estudios científicos, a las ocupaciones mentales que requieran cálculo, precisión, método, planes y sistemas; es razonable, estudioso, capaz de concentrarse pero sin dinamismo e iniciativa; duro de corazón por falta de sensibilidad.

AIRE – AGUA: Intelecto intuitivo, inspiración, razonamiento moderado y emociones controladas por la razón; es inestable, cambiante, indeciso en la realización práctica y sin dinamismo ni perseverancia.

Francisco Nieto

domingo, 23 de septiembre de 2012

INFLUENCIA DE LOS SIGNOS EN LAS RELACIONES PERSONALES (II)



LAS CUADRUPLICIDADES



Se llaman Cuadruplicidades a los tres grupos o divisiones compuesto cada uno de ellos por cuatro signos de similares características, esto son:

Signos Cardinales: Aries, Cáncer, Libra y Capricornio

Signos Fijos: Tauro, Leo, Escorpio y Acuario

Signos Comunes: Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis


SIGNOS CARDINALES


Representan la “actividad”


Aries es el más activo o dinámico de los cuatro porque muestra un gran coraje y intenta imponerse sobre cualquier circunstancia u obstáculo. Cáncer es más pasivo y poco luchador pero destaca por su gran tenacidad. Libra representa la armonía y equilibrio necesario para conseguir sus objetivos en colaboración con otras personas. Capricornio alcanza sus metas gracias a su concentración, método y cálculo. En general, los signos Cardinales alcanzan el éxito gracias a sus deseos de conquista, a su coraje y a su saber hacer.

En este grupo están representadas las personas que se abren paso en la vida con el único motivo de ser pioneros y alcanzar una buena posición. Si algún inconveniente tienen los nativos de estos signos es por su poca persistencia y adaptabilidad pero, repito, su iniciativa y actividad son muy notables. Es conveniente que estas personas, y más los de Aries, se paren a razonar y a meditar sobre la manera de dirigir estas fuerzas en su vida y así no dejarse llevar por los impulsos o cambios incontrolados, de esta forma ahorrarán energía y ganarán en salud.


VIRTUDES: Ambición, energía, actividad, impulsividad, acción rápida, innovación, iniciativa y coraje.

DEFECTOS: Impaciencia, versatilidad, tendencia a hacer cambios de forma impulsiva, rupturas sociales, falta de perseverancia, precipitación e imprudencia.


SIGNOS FIJOS


Representan la “energía concentrada”


Estos signos son los que tienen la cualidad de centrar y estabilizar la energía dinámica de los signos Cardinales, por tanto son obstinados y poco partidarios de hacer cambios o de tomar iniciativas si no encuentran muchas razones para ello. Tauro se guía por su instinto materialista para obtener bienes físicos que le causen seguridad, mostrándose testarudo y agresivo cuando no lo consigue. Leo está muy cualificado para alcanzar el éxito gracias a sus decisiones premeditadas, a su creatividad y a sus dotes de mando y organización, por tanto, el motivo principal de su vida es alcanzar una elevada posición. Escorpio trabaja desde el interior a través de los deseos y sentimientos de relación; su intuición, razonamiento y capacidad de investigación le faciliten el éxito así como el poder descubrir las intenciones de los demás. Acuario es inventivo, original y humanitario, le gusta colaborar con movimientos altruistas y progresistas, y es un gran innovador. Su mente analítica y científica le es muy útil en la vida pero es demasiado independiente.

La clave de estos signos es “estabilidad” pero su acción se centra en estimular los deseos para que la persona entre en acción en sus diferentes naturalezas. Como son conservadores y centrados en sí mismos, se aseguran bien antes de actuar con el fin de conseguir lo que desean. Son tranquilos, prudentes y poco cambiantes, es decir, más bien se apegan a los hábitos y costumbres, hacen amigos fácilmente y son dignos de confianza.


VIRTUDES: Firmeza, integridad, energía, conservadurismo, resistencia, estabilidad, perseverancia, paciencia, voluntad, fuerza, pasión.

DEFECTOS: Indolencia, lentitud, falta de iniciativa, intolerancia, inadaptabilidad, falsedad, orgullo, mezquindad, rutina


SIGNOS COMUNES


Representan el cambio


A los nativos de estos signos les suele faltar la iniciativa o acción de los signos Cardinales y la fijeza y perseverancia de los signos Fijos. Son cambiantes e inestables pero se valen de su inteligencia, de su diplomacia y de su astucia para alcanzar sus objetivos. Su línea de acción es intelectual y espiritual mostrándose humanitarios, caritativos e imparciales en sus juicios. Uno de sus defectos es que son influenciables por las circunstancias y las personas que les rodean ya que les cuesta tomar decisiones definitivas y ponerlas en práctica; sin embargo, tienen un gran incentivo para desarrollar la nobleza. Deberían desarrollar la voluntad y el coraje.

Géminis es inestable por su naturaleza versátil, inquieta e inquisidora, esto hace que no sepa aprovechar algunas de las oportunidades que surgen en su destino, por consiguiente, necesitan más concentración y profundización. Virgo también es mental pero en vez de dispersarse como Géminis se concentra para analizar y sacar conclusiones prácticas que, a su vez, sean útiles para trabajar y servir. Sagitario tiene una mente superior o abstracta que sabe utilizar para su propio beneficio en los estudios superiores, en las religiones, filosofías y en sitios alejados. Piscis es más bien interno y espiritual, de aquí que suela guiarse más por sus sentimientos y deseos fraternales para relacionarse con toda clase de gente.


VIRTUDES: Imparcialidad, agilidad mental, simpatía, adaptabilidad, inteligencia, reflexión, flexibilidad, discernimiento.

DEFECTOS: Falta de iniciativa y determinación, cambiante, imitador, tímido, pesimista, superficial, simulador, astuto, indeciso.

Francisco Nieto

lunes, 3 de septiembre de 2012

INFLUENCIA DE LOS SIGNOS EN LAS RELACIONES PERSONALES (I)




Los 12 Signos del Zodíaco se dividen en diferentes agrupaciones según la naturaleza de cada uno de ellos, esto tiene gran importancia sobre todo cuando se va a interpretar el horóscopo, porque si coincide que hay varios o muchos planetas en alguna de esas divisiones, el nativo mostrará un carácter donde se reflejará esa naturaleza. Aunque este libro no trata de la interpretación del horóscopo y es posible que el lector no sepa cuántos planetas tiene en cada una de las divisiones de los signos, creo conveniente explicar cuál es la naturaleza de esas divisiones porque, independientemente de la agrupación o división, cada signo tiene esas mismas características, virtudes y defectos.

Recordemos que cuando decimos que somos de tal o cual signo, estamos diciendo que el astro más poderoso e influyente, el Sol, se encuentra en él potenciando su naturaleza, de ahí que yo tenga interés en que el lector sepa cuáles son las características de dichas divisiones zodiacales. Pongamos un ejemplo, supongamos que el lector es del signo de Leo, Leo es un signo Fijo y de Fuego, por tanto y como a continuación explico, comprenderemos que:

1º. Como signo Fijo intenta concentrar su energía para que el efecto de su acción se refleje como “estabilidad” pero con la particularidad de que esa concentración en sí mismo le facilite la suficiente fuerza como para vencer los obstáculos.

2º. Como signo de Fuego, Leo representa la vitalidad y energía expresada a través del “Yo”. Este fuego se transforma en creatividad y actividad organizada y controlada y, por consiguiente, aporta un elemento más como medio para alcanzar sus ambiciones.

Actualmente y desde no hace muchos años para acá, se están intensificando los estudios sobre la influencia, simpatía y atracción de un determinado signo astrológico sobre otro. Como resultado de dicho estudio, se ha comprobado que, dependiendo de los diversos aspectos de cada horóscopo, una persona se puede sentir atraída o rechazada de diferentes formas por otra, lo que confirma que cada uno de nosotros lleva impresa en su aura el esquema del cielo que había en el momento de nacer. Este esquema es, al fin y al cabo, lo que refleja nuestro horóscopo, el aspecto interno que actúa a modo de base para nuestra acción y reacción ante el mundo.

Como en este libro no voy a tratar este tema normalmente llamado sinastria de una forma general, no voy a expandirme en explicaciones sobre el mismo. Sin embargo, sí quisiera dar al menos algunas referencias respecto a los signos puesto que son el motivo principal de este estudio. Cuando una persona desea investigar cuáles pueden ser los resultados de una relación entre su signo y el de otra del sexo opuesto, es decir, respecto a las relaciones amorosas o matrimoniales, consulta las diferentes posiciones de los elementos que componen los dos horóscopos, pero principalmente el signo del Ascendente. Sin embargo, cuando se desea tener una simple información en ese sentido pero buscando solamente una relación de amistad, entonces se analizará la naturaleza de los signos solares.

Por tanto, para extraer un conocimiento de los resultados de esa relación amistosa, habrá que estudiar principalmente las Triplicidades o Elementos, o sea, si son de Fuego, Tierra, Aire o Agua. La naturaleza o elemento del signo solar no anula la voluntad y el libre albedrío del nativo el cual, dicho sea de paso, actúa en cierto grado influenciado por el horóscopo completo; sin embargo, el signo, como el Ascendente, sí tiene una notable influencia que se manifiesta de manera más significativa en el aura de cada persona. Así como dos personas de diferente sexo se atraen por naturaleza, también dos personas de signo complementario pueden simpatizar o enamorarse al ponerse en contacto sus auras. Por consiguiente, a continuación expondré una serie de principios astrológicos los cuales podrá aplicar el lector en sus relaciones sociales con la intención de averiguar con quién se comprenderá mejor. He de recalcar que, al hacerlo sólo con el signo solar, no se puede esperar que los resultados sean siempre infalibles, sin embargo, sí aportará cierto grado de utilidad y satisfacción.

Cuando los astrólogos, hace muchos años, decidieron agrupar los doce signos del zodíaco, lo hicieron en siete grupos, estos son: Cardinales, Fijos, Comunes, de Fuego, de Tierra, de Aire y de agua. Para tomar esta decisión tuvieron que llegar a la conclusión después de estudiar las relaciones entre muchas personas según el signo de cada una de ellas de que hay cierta relación, simpatía o similitud entre determinados signos. Es cierto, una persona de signo Cardinal comprobará que ciertas actitudes y forma de pensar serán igual que otra que también sea Cardinal. Esto mismo se puede decir de los signos Fijos y Comunes, sin embargo, en el caso de estas tres divisiones llamadas Cuadruplicidades, yo considero únicamente o más importante cuando dos personas, aún siendo Cardinales, Fijos o Comunes, son del mismo signo.

La segunda agrupación importante es la llamada “Triplicidad”, que está compuesta de cuatro grupos como ya sabemos. En este caso es diferente, una persona puede ser de un signo Cardinal de Aries y otra de otro también Cardinal como por ejemplo Cáncer, sin embargo y aunque complementarios por ser Cardinales, Aries es muy dinámico y Cáncer lo contrario. En el caso de las Triplicidades, Aries es de Fuego pero tiene más rasgos similares a los otros signos de Fuego y por eso se dice que Aries se compenetra mejor con Leo y Sagitario. Lo mismo ocurre entre los signos de los otros tres grupos o elementos. Pero los estudios también han demostrado que hay afinidad o simpatía entre esos mismos elementos, así es que el elector tomará por norma la siguiente frase: “El agua alimenta a la tierra y el aire alimenta al fuego”; es decir, los signos de Agua se entienden bien con los de Tierra y los de Aire con los de Fuego. A continuación describo la naturaleza de esas siete agrupaciones para que el lector sepa a qué grupo pertenece recordando que: 1º. Las Cuadruplicidades benefician principalmente cuando, además de ser de un mismo grupo, la otra persona es del mismo signo; y 2º. Las Triplicidades ayudan en las relaciones cuando las dos personas son del mismo grupo Fuego, Tierra, Aire o Agua o bien una de un grupo y la otra del grupo complementario -Fuego-Aire o Tierra-Agua.

Una vez aclarado este asunto yo aconsejo al lector que, además de leer lo que significa su signo, tome nota de lo que representa el mismo como Triplicidad y Cuadruplicidad y lo resuma todo para analizar cómo es en su naturaleza.

Francisco Nieto

martes, 14 de agosto de 2012

BUSCANDO EL VERDADERO SENDERO (y III)



Cuando el aspirante, al cabo de cierto tiempo, se hace sensitivo hasta determinado grado, su mente se encuentra ante una encrucijada o, mejor dicho, ante tal soledad que no sabe qué hacer porque ni el pasado ni el futuro están para actuar por sí misma. La mente se encuentra ante algo desconocido ayudado (en todo caso) por la buena voluntad y el desarrollo espiritual acumulado de otras vidas que, como voz de la conciencia o intuición, pueden guiar hasta cierto punto sus pasos. Esto significa que el trabajo del aspirante ha alcanzado tal grado que su mente se ha agudizado y se encuentra en un estado de gran intensidad por estar muy despierta y alerta (y no distraída con el pasado y el futuro) Por tanto, el aspirante debe ser responsable y no volver a dejarse dominar por las emociones ni por los deseos personales. Por otro lado, debe quedar claro que el hecho de controlar la mente hasta el punto que estamos mencionando no significa que no se pueda usar con discernimiento y buena voluntad para hacer el bien, tomar decisiones correctas, cumplir con los deberes y responsabilidades, etc., puesto que, precisamente ahora tenemos la ayuda de lo superior de una forma más directa que antes. Pero, de lo que nunca se debe olvidar el aspirante, es de su propia observación y auto-consciencia para estar siempre alerta ante cualquier posible despertar de algo que distraiga o condicione a la mente.



Cuando el aspirante silencia su mente hasta el grado mencionado es cuando puede hacer objetiva la búsqueda del verdadero Sendero de Santidad. Es decir, cuando está listo para ver la realidad de lo externo de la vida y cuando la mente es controlada y silenciada y su objetivo es el Sendero de Santidad, es cuando ya no se teme a nada porque la mente es libre y no se identifica con lo que perciben sus sentidos ni con las sensaciones e impactos que antes la distraían y la condicionaban. Pero el sendero implica llevar a cabo el cumplimiento de las leyes divinas y, por tanto, no solo debe el aspirante estar alerta para no hacer el mal (debilidades y defecto personales) sino que a partir de ahí deberá intentar hacer el bien en cada momento, en cada aquí y ahora, o sea, con su mente, con sus deseos y sentimientos, con palabras y con sus buenas acciones. Esto, evidentemente, conlleva una actividad de humanidad y de sumisión a Dios para no creerse más que nadie y, por el contrario, ser un instrumento al servicio de los demás. El descubrimiento del verdadero sendero trae consigo el contacto con el Alma la que, a partir de ahí, hablará al aspirante con una voz cada vez más fuerte.


En el mundo del esoterismo se suele hablar del camino hacia la iniciación que es como decir del sendero de santidad. Al hecho de cambiar ciertos hábitos o aspectos de la personalidad le suelen llamar “comenzar el sendero” pero, en realidad no es tan simple, sobre todo porque se basan en simples informaciones, libros, etc., que llegan al conocimiento del aspirante. En la mayoría de los casos, el hecho de comenzar el sendero de esa manera y sin haberle descubierto antes, lleva al fracaso por monotonía o cansancio. Cuando se comienza el sendero imitando lo de otros y sin la guía y la creatividad interna no se puede hablar de un recto comienzo que traiga la alegría interna que debe traer. Los senderos a que me estoy refiriendo son senderos de disciplina, mientras que el sendero que lleva a la Verdad es un camino individual que se descubre cuando se hacen los trabajos previos con interés profundo y entusiasmo. Así es que, el sendero de santidad o de iniciación varía de un individuo a otro incluso perteneciendo a una misma escuela iniciática porque el desarrollo interno, las experiencias y el carácter no son lo mismo en todos los aspirantes.


Si para comenzar a hacer el sendero tenemos que descubrirle está claro que debemos ser observadores, y si el sendero es individual y no es un objeto físico, tendremos que practicar la auto-observación y la auto-conciencia en cada momento o aquí y ahora. Por tanto, para comenzar o descubrir el sendero hay que desarrollar una nueva condición mental o conciencia ya que, en realidad, podemos estar descubriendo aspectos internos a cada instante que serían la base para descubrir el sendero. Tampoco hay que confundir ese “descubrir aspectos internos” que muchos aspirantes hacemos con el comienzo del sendero, sólo cuando se está comenzando el sendero se vive la vida (momento a momento) con alegría porque descubrir el sendero es comenzar a percibir y vivir la espiritualidad que hemos acumulado como ser interno. Así es que, cuando se comienza el sendero (vivir la espiritualidad interna) una vez descubierto, ya no cabe la maldad en ningún sentido porque la experiencia es individual y debe estar complementada con la observación y el recuerdo de sí mismo. El sendero se ha de descubrir constantemente por medio de la sumisión ante lo desconocido y ante lo no alcanzado hasta ahora, es decir, en el silencio que sigue a lo que hasta ahora era la actitud de la personalidad; es una nueva fuerza que llena y satisface al corazón del aspirante.


Comenzar a “Hollar el Sendero” es, por tanto, camina r en compañía del Yo superior, de la Verdad o de Dios y esto debe ser así ante cualquier circunstancia de la vida. Esta es la gran diferencia con lo que otros llaman hollar el sendero (hacer cambios en la personalidad) Aquí no cabe la duda porque este “descubrimiento” llena de gozo y de felicidad interna al aspirante y esto es así porque es la Verdad o Yo superior, quien guía al aspirante y le hace un luchador o canal de Él Mismo. Cuando dejamos de hacer oposición a lo que representa la personalidad y en el silencio actuamos como buscadores de la realidad, es difícil que fracasemos y que volvamos a vivir en la confusión y el caos personal. Aunque esto parezca una actitud pasiva no lo es porque donde hay esfuerzo y lucha personal no cabe la intervención del Espíritu. Sólo cuando la mente deja de luchar por conseguir el éxito, la seguridad o la continuidad de la vida es cuando puede manifestarse el Yo superior. Sólo cuando la mente deja de actuar por su cuenta es cuando se acaban las limitaciones que velan la “realidad”; el trabajo se debe realizar con el aspecto superior de la mente (discernimiento, intuición, inspiración) pero la “realidad” está por encima de la mente.


Nosotros, como individuos en el sendero, debemos ser el instrumento afinado para que suene la Verdad y se exprese, el Yo superior. Entonces el vacío o silencio se convertirá en la voz del Maestro que nos ayudará a hacer el Sendero en nuestra vida cotidiana. El Sendero de Santidad (también llamado de perfección) es un sendero de equilibrio entre el hombre común que se rige por la religión y el idealista que, guiado excesivamente por su confianza propia, no se da cuenta que todo esfuerzo consciente tiene un límite; el primero se pasa de pasividad (negatividad) esperando que Dios le perfeccione y el segundo también cierto sentido porque confía demasiado en sus propios poderes y confunde positividad con confianza propia. El camino que el aspirante debe seguir es aquel que deja a un lado las discordias, las preocupaciones, las ambiciones… y la lucha que, contra todo eso, sólo trae amargura y sufrimiento. Solo así se podrá escuchar la melodía que procede de los mundos superiores y solo así, entre las acciones, se podrá vislumbrar el silencio que lleva a la realidad. Cuando una persona, alerta y en su silencio mental percibe la belleza de una flor sin emitir pensamiento o palabra alguna, está observando la realidad y expresando internamente lo que percibe. Así mismo, nosotros podemos observar la calidad de los demás cuando percibimos el silencio que hay en el intervalo entre dos expresiones de sus expresiones; cuando se guarda esto en la memoria en vez del significado de sus expresiones es cuando nuestro Yo superior manifiesta el equilibrio en nosotros.


La realidad está representada por el silencio entre dos sonidos o pensamientos y para vivirla hay que auto-observarse y ser auto-consciente en cada instante, pero eso no evita que la mente y el cuerpo de deseos intenten responde a lo que nos llega por los sentidos (impactos externos) o de la actividad y hábitos de ellos mismos. Esto representa otra lucha difícil de alcanzar al menos en algunos aspectos, sobre todo porque tenemos grabado que lo que está en su lugar correcto representa el bien y lo contrario el mal, y porque nuestro estado mental suele estar cambiando constantemente sin un código de valores fijo y perfecto. Por consiguiente, para estar en lo superior y poder elegir lo correcto deberíamos buscar ese silencio entre expresiones en todo lo que nos rodea y eso sólo es posible con la atención plena y el control emocional. De aquí que hayamos hablado de observación intensa y de interés profundo en todas las expresiones de la vida. No estamos hablando del interés que identifica al hombre con el objeto o el que hace que el individuo juzgue o critique, ni tampoco el que surge de un hábito, sino el que busca el silencio espiritual que es donde se encuentra la realidad y la luz. Esto significa que hay que observar la vida, no desde la mente fría sino desde el discernimiento y el corazón que engloba todo (aun en partes) como la obra de Dios en cada momento presente. Hay que tener en cuenta que la mente (que casi debería considerarse un sentido más) actúa del pasado al futuro y sus trabajos se basan en la identificación, la comparación, los recuerdos, etc. mientras que la inteligencia o intelecto trabajan en el presente o aquí y ahora, que es lo que debemos utilizar para intentar observar directamente en el corazón del prójimo y en el silencio de donde surgen las expresiones de la vida.


También es imprescindible que el aspirante observe con suma atención a su corazón, lo que no significa que nos tengamos que volver sentimentales o emocionales. Esto es así porque el corazón debe ser liberado de la influencia personal de las proyecciones y distracciones de la mente. Todo en la creación es puro, es la mente la que lo hace impuro, pero cuando nos situamos en la pureza del corazón purificamos la mente y la hacemos transparente. Por tanto, meditando en el corazón y buscando la realidad en el silencio es como encontramos el verdadero significado de la vida y disfrutamos de ella intensamente.


Algunos aspirantes piensan que el equilibrio que lleva a descubrir el sendero lo encuentran poniendo su atención en los mundos invisibles y no se dan cuenta que ni los poderes (por ejemplo la clarividencia) invisibles facilitan el equilibrio porque para eso deben encontrarle en lo interno y por medio de la intuición espiritual. Es lo invisible a la mente concreta y a los sentidos lo que hay que buscar internamente y viviendo en el eterno Ahora. El pasado y el futuro es “tiempo” pero el tiempo se para en el ahora presente psicológico. Para estar equilibrado y vivir la realidad hay que vivir en el presente que es una dimensión diferente al pasado y al futuro, y sólo viviendo de instante en instante es como se encuentra el sendero de la Verdad. En este estado la mente no puede agarrarse a nada concreto ni existencia, ningún aspecto psicológico del pasado o del futuro la dominan y se hace una mente libre lista para expresar el verdadero significado de la vida.

Francisco Nieto

lunes, 30 de julio de 2012

BUSCANDO EL VERDADERO SENDERO (II)



De lo que se trata, pues, es de eliminar el centro u origen de las reacciones para que así no pueda haber respuestas automáticas, instintivas ni de ninguna clase sin que haya voluntad y conciencia por parte nuestra. De ahí la necesidad de la auto-observación para ver de “dónde” y “por qué” surgen dichas reacciones, modificaciones y distracciones de la mente. A la vez, también debe haber un auto-análisis como personalidad (nuestro egoísmo, materialismo y todas las actitudes negativas que interfieren en el trabajo de hollar el Sendero de Santidad o de iniciación. Esta actitud es la que nos lleva a descubrir la Verdad, la Realidad, y es descubriendo la Realidad como podemos rechazar lo falso. No se trata de guiarnos por libros o por lo que digan otros, sino de limpiar la personalidad de apegos y deseos y de poner la consciencia y la voluntad a merced del Ego para que la mente no reaccione ni se distraiga con todos esos “obstáculos” que interfieren la acción de lo superior sobre lo inferior ¿Por qué sufrir por el hecho de que la mente esté siempre preocupándose por cosas innecesarias y personales? Sólo cuando seamos capaces de descubrir (por medio de la auto-observación y de la auto-consciencia) la falsedad de nuestros deseos, emociones y formas psíquicas o mentales estaremos listos para ver la realidad y hollar el sendero con seguridad.



Descubrir en determinada vida que hay una vida superior o sendero de espiritualidad implica el comienzo de un desarrollo que nos lleva a trabajar sobre la ética y la moral o, lo que es lo mismo, a cambiar nuestra conducta y nuestros hábitos. Esto se consigue mediante el esfuerzo consciente, sin embargo, el sendero de espiritualidad implica (también como trabajo consciente) una transformación desde lo interno, algo así como la creación de un nuevo centro desde donde se dirigirá y controlará la actitud y expresión de los diferentes vehículos del Ego. Como hemos visto, el profundo interés y el entusiasmo nos lleva a desarrollar el sendero que nos obligará a hacer cambios personales e internos, y como el cuerpo de deseos y la mente son, mayormente, la causa de nuestro sufrimiento por dejarnos dominar por su influencia, es necesario trabajar sobre ambos para hacer de ellos unas más perfectas herramientas. Uno de los primeros cambios que se deben hacer es cambiar los deseos, es decir, cambiar los conocidos por otros superiores que hasta ahora casi ni hemos imaginado.


Pensar, aun conscientemente, en cambiar nuestros deseos personales no va más allá de una modificación más en la mente que traerá un nuevo comportamiento, mientras que de lo que estamos hablando es de hacer los esfuerzos conscientes necesarios para ver las posibilidades de “alcanzar” lo que, normalmente, es inalcanzable. Así es que, en este caso, estamos hablando de desear lo que no puede alcanzarse por medio del esfuerzo común y para ello debemos desarrollar la sensibilidad hacia ese estado superior; a partir de ahí podremos comprender cuáles son las limitaciones que encontraremos. El hombre tiene ambición por ser importante, por tener éxito, etc., pero detrás de cada meta alcanzada viene otra superior con nuevas limitaciones y pruebas, por tanto, el éxito total siempre se le niega al hombre para que se dé cuenta de las limitaciones; cuando se hace consciente de éstas es cuando supera la ambición personal. El hombre también desea una vida experimental continua pero al final siempre encuentra que la muerte es una discontinuidad, aún así, no renuncia a tener seguridad física, emocional y mental pero, como en todo lo demás y como personalidad, se termina en la frustración. Solo la individualidad puede despejar las limitaciones para hacernos ver la “realidad”.


Existen muchas personas que si pudieran se aislarían del mundo para, una vez separados de la corriente humana, poder vivir en paz y hacer lo que quieran, pero este sentimiento de separatividad solo produce estancamiento y fracaso. Hay otros que les gustaría tener siempre sensaciones o impactos a modo de vivir más la vida y no se dan cuenta que esa continuidad de sensaciones es precisamente la causa de las reacciones de la mente y que lo se necesita precisamente es “momentos de silencio” entre reacciones. Las ambiciones, el deseo de éxito e incluso de crecimiento son sólo útiles desde el punto de vista personal pero no desde el de la espiritualidad y la expansión de conciencia puesto que éstas pertenecen a otra dimensión. El cuerpo de deseos y la mente no pueden alcanzar algo que está en una dimensión superior a la suya, sin embargo, ellos sí pueden ser utilizados por algo superior para buscar y hollar el Sendero de Santidad. Por eso, todos los deseos personales de crecimiento no son nada más que deseo de continuidad de sensaciones y experiencias personales que garanticen su supervivencia, y eso no trae la transformación espiritual necesaria para expandir la conciencia hasta una dimensión superior.


El sendero de santidad o iniciación es tan estrecho que sólo se puede hacer de uno en uno, y es que para hollar el sendero hay que convertirse en el sendero mismo. El aspirante espiritual no debe esperar que nada ni nadie pueda hacer el trabajo por él, y si algo ha de pedir sólo debería ser fuerzas y aspiración espiritual porque cualquier otra cosa estaría relacionada con los sentidos, el cuerpo de deseos y la mente. El “pedir” debe surgir desde lo más profundo del corazón donde la soledad impone el silencio de la mente, si la mente está distraída, descontrolada y pensando en mil cosas a la vez, no tendrá cabida la ayuda que el aspirante pide. Para reconocer la presencia de lo divino, el aspirante debe estar sólo y con la mente en silencio, por eso y porque la mente siempre suele estar entretenida con algo o alguien es imposible que el hombre común tenga ni siquiera un vislumbre de lo que es la vida superior. He mencionado las palabras “sólo” y “silencio” como necesidad para poder percibir lo superior, pero “solo” no es estar aislado de los demás ni tampoco estar con nuestros deseos, emociones y pensamientos. Cuando digo “solo” y estar con la mente en “silencio” me refiero incluso a detener toda actividad mental que es la única manera de estar ”sólo”, sin la compañía de sensaciones ni pensamientos. Porque, mientras la mente tenga una idea, concepto o imagen presente no está sola, es decir, cuando la mente no existe como manifestación es cuando estamos solos. Cuando la mente está en silencio cualquier cosa que proceda de lo superior alcanzará al Ser interno, pero si la mente está distraída se quedará en nada porque será distorsionada y obstaculizada.


Estar distorsiones y distracciones de la mente que impiden ver la realidad son las que hacen que nuestra vida sea superficial y que seamos pobres en espiritualidad. Cuando hay soledad y silencio hay enriquecimiento espiritual para que el Ego florezca y se manifieste por encima de lo personal es, en definitiva, una nueva y superior calidad de vida dirigida desde un nuevo centro de conciencia. Mientras la mente esté influenciada por los sentidos y desee dar expresión a lo que percibe no estará en el silencio que se requiere para percibir lo superior, es más, mientras la mente se distraiga y piense según lo guardado en la memoria sin un discernimiento consciente superior tampoco estará en ese silencio del Espíritu. Podríamos llegar más lejos aún y decir que la palabra es un medio de comunicación que no tiene significado o poder tal y como lo practicamos, es lo que se comunica o transmite por medio de la palabra lo que da significado a la palabra, por eso, la palabra puede ayudar o agrandar y crear heridas dependiendo de la fuente (mente) que proceda según el recuerdo de experiencias pasadas. La diferenciación verbal es una cosa y la psicología es otra, estando ambas basadas en los recuerdos y en las asociaciones mentales. Las palabras que nacen de una mente depurada no pueden herir porque no están contaminadas con los recuerdos de las experiencias del pasado ni con posibles programas del futuro. De aquí que para hollar el sendero también sea necesario eliminar el lenguaje hiriente por medio del control de la mente que llevará al silencio consciente y voluntario.


La personalidad es la acumulación de lo conocido, experimentado, pensado, expresado e incluso de los planes de futuro, y mientras tengamos todo esto como real y sintamos apego a ello no podremos dar el paso necesario para encontrarnos con nuestro Yo superior. Solo el presente, el aquí y ahora, forman ese estado de consciencia o silencio que abrirá la puerta a lo divino. Mientras la mente siga distraída con lo que le llegan de los sentidos y de los recuerdos del pasado o proyectos de futuro estará en tinieblas y no podrá ver la luz que le guiará en el sendero, pues ella misma crea su propia oscuridad. Somos nosotros con nuestra voluntad y discernimiento quienes debemos hacerla transparente y que se deshaga de todo lo que contiene y que sea un obstáculo para encontrar el silencio que lleva a contactar con lo superior.

Francisco Nieto